La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desmintió que siga utilizando el software Pegasus para espiar a periodistas, activistas y opositores, tras la polémica generada por una investigación periodística que afirma que este esquema de vigilancia se mantiene en el actual sexenio.
A través de un comunicado, la dependencia encabezada por Luis Cresencio Sandoval aclaró que tanto la Ley General de las Fuerzas Armadas como las reformas constitucionales en materia de seguridad pública la facultan para llevar a cabo actividades de vigilancia dirigidas contra la delincuencia organizada.
Añade que en dichas operaciones se privilegia el uso la inteligencia sobre la fuerza y su principal objetivo es conseguir la detención de líderes delincuenciales, así como el aseguramiento de inmuebles, insumos y drogas. En ese sentido, ya se consiguieron 128 detenciones vinculadas al crimen organizado.
Por ello, las Fuerzas Armadas aclaran que, al igual que todas las ramas militares del mundo cuenta con sistemas de monitoreo y vigilancia para el cumplimiento de sus misiones y que estas actividades se realizan con apego al Estado de Derecho, por lo que no están destinadas a periodistas, activistas o defensores de los derechos humanos.
Sobre la adquisición y uso del software de espionaje Pegasus, la Sedena señala que únicamente estuvo activo entre el 27 de junio de 2011 y el 24 de agosto de 2013, durante los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Basado en las filtraciones del colectivo Guacamaya, el reportaje asegura que la Sedena adquirió un equipo de ‘vigilancia remota’ a una distribuidora de NSO Group, firma creadora de Pegasus, y que utilizó este para infectar los teléfonos de Ricardo Raphael, Raymundo Ramos y un periodista de Animal Político.
Con información de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Imagen: