La Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de aprehensión en contra de Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa, por su probable implicación -junto con otra funcionaria- en la deportación ilegal de niños en el contexto de la guerra en Ucrania.
El presidente del tribunal, Piotr Hofmanski emitió un comunicado en el que informó sobre las órdenes de presentación en contra del mandatario ruso y de María Lvova-Belova, comisionada presidencial para los Derechos de la Infancia, por trasladar a niños ucranianos procedentes de las zonas ocupadas.
El magistrado explicó que las leyes internacionales prohíben trasladar a población civil de un estado a otro durante un conflicto, además de que la Convención de Ginebra -de la que Rusia forma parte- establece medidas de protección especiales para garantizar los derechos de la infancia durante conflictos bélicos.
Hofmanski añadió que la CPI da gran importancia a la protección de las víctimas y que los jueces a cargo del caso determinaron hacer pública la resolución por el interés de la justicia y prevenir la comisión de futuros delitos de esta índole y que la ejecución de las órdenes dependerá de la ‘cooperación internacional’.
De acuerdo con las pruebas de los investigadores, Lvova-Belova opera la sustracción ilegal de menores de edad ucranianios originarios de las regiones ocupadas desde el conflicto de 2014 para trasladarlos a territorio ruso y ubicarlos con familias de aquella nación; pero antes pasan por campamentos de dudosa procedencia.
Pese a que ahora cuenta con una orden internacional de aprehensión en su contra, Rusia no forma parte de los Estatutos de Roma, la legislación internacional que regula a la Corte Penal Internacional, por lo que requeriría que Putin esté en un país que sí firmó el documento para arrestarlo.
Con información de La Octava.
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