Debido a la pandemia de COVID-19, los esfuerzos del gobierno de México por impulsar la generación de empleo en América Central como estrategia para atacar las causas de la migración se han quedado cortos, ya que tan solo se ha logrado una cobertura del 6 por ciento de beneficiarios.
Dicha iniciativa fue anunciada en julio de 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien suscribió acuerdos con los presidentes de Honduras y El Salvador, Orlando Hernández y Nayib Bukele. El objetivo es crear 40 mil fuentes de trabajo a través de los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.
Sin embargo, hasta el momento solo se han podido registrar 8 mil 147 personas originarias de esos países, de acuerdo con los datos de la Agencia Mexicana de Cooperación (Amexcid). De estas, apenas 2 mil 739 ya han pasado todos los trámites y ya están recibiendo los apoyos económicos prometidos por este proyecto.
Avanza cada día en Centroamérica el Plan de Desarrollo Integral que elaboró la Comisión Económica para America Latina y el Caribe. Miles de empleos son ya una realidad. https://t.co/eG44qjLWvZ
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) February 18, 2020
De acuerdo con la información provista por la Amexcid, hay 4 mil 22 personas de origen salvadoreño que se inscribieron a Jóvenes Construyendo el Futuro, pero solo 334 perciben los 180 dólares mensuales garantizados. En cuanto a Sembrando Vida, son mil 50 agricultores de aquella nación quienes ya tienen acceso al pago de 250 dólares mensuales.
En Honduras, las cifras son menores, ya que, de los 2 mil 674 los jóvenes que se registraron para recibir pasantías, solo 978 ya perciben estos ingresos; mientras que en el programa de apoyo al sector agrario, tan solo hay 431 personas anotadas.
En un principio, estaba contemplado que, junto con El Salvador y Honduras, Guatemala también se integrara a esta iniciativa; sin embargo, el presidente Alejandro Gianmattei no accedió en su momento. El objetivo inicial era destinar 31 millones de dólares para generar cerca de 40 mil trabajos en la región; sin embargo, las circunstancias han limitado el alcance del proyecto.
Los registros para obtener estos apoyos comenzaron en octubre de 2019; sin embargo, la pandemia obligó a suspenderlos en marzo del año pasado. Además, el cierre de fronteras de El Salvador y los roces entre López Obrador y Bukele dificultaron aún más el desarrollo del plan.
Un tercer factor que pudo haber influido era la eliminación de fideicomisos, ya que la cooperación regional se financiaba con el Fondo México. Sin embargo, los recursos destinados al proyecto ya estaban etiquetados, por lo que no hubo problemas; por otra parte, esto cerró definitivamente la puerta a la integración de Guatemala.
Con información de Animal Político.
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