Esta mañana, un periodista de la cadena estadounidense Telemundo confrontó al presidente Andrés Manuel López Obrador acerca de la situación de los periodistas en el país, señalando que México se encuentra como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo según fuentes internacionales.
Durante la conferencia de prensa de este jueves, Antonio Texeira, presentador del programa ‘Al Rojo Vivo, cuestionó al tabasqueño acerca de la supuesta censura que sufren los medios de comunicación por parte de su gobierno, poniendo su ejemplo su nueva iniciativa para desenmascarar las noticias falsas de los principales medios de comunicación del país.
"¿Cómo va a compaginar el compromiso de no estigmatizar a los periodistas cuando se les expondrá aquí con nombre y apellido?", cuestionó un reportero a @lopezobrador_. "No es estigmatizar a los periodistas, es estigmatizar la mentira”, respondió. pic.twitter.com/O0EFqEAylG
— El Financiero TV (@ElFinancieroTv) June 24, 2021
Para hacer notar su punto, el extremeño pretendió equiparar la situación de los colaboradores de medios como El Universal y Reforma con la labor realizada por periodistas de investigación que han sido asesinados en el cumplimiento de su trabajo, investigando cuestiones vinculadas al narcotráfico y el crimen organizado.
Con este fin, sacó a colación el último reporte emitido por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), el cual ubica a México en el lugar 143 –de 180- en su clasificación mundial de libertad de prensa. Por ello, López Obrador tuvo que aclararle que, a diferencia de lo que ocurría en sexenios anteriores, el Estado ya no persigue ni censura a los comunicadores y que estas cifras están vinculadas a otros fenómenos.
De acuerdo con la información citada por Texeira en Palacio Nacional, durante la actual administración han sido asesinados diecinueve periodistas: diez en 2019, ocho en 2021 y uno en lo que va de este ejercicio. Pese a la gravedad de las cifras, siguen siendo menos homicidios que los registrados durante el trienio anterior.
Durante los últimos tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto (2016-2018) fueron abatidos 29 reporteros y comunicadores, una decena menos que en el periodo actual, aunque aún faltan seis meses para que este concluya. La cifra asciende a 37 si se suman los ocho atentados fatales perpetrados en 2015.
Pese a que el periodista español pretendía hacer parecer que la situación del periodismo se ha agravado durante el gobierno actual, la tendencia anual -de acuerdo con RSF- se ha mantenido estable desde 2015, pues el promedio ronda entre ocho y diez de estos delitos por año, siendo 2017 el que rompió la media con once, incluyendo los de Javier Valdés y Miroslava Breach.
Sin embargo, el propio gobierno federal informó que, en 2020, fueron asesinados diecinueve periodistas, más del doble de los que reportó RSF. En el caso de 2018, otras fuentes reportaron once homicidios, mientras que la organización internacional solo apuntó ocho.
En mayo de 2020, José Miguel Vivanco, director para Las Américas de Human Right Watch reportaba que ya había diecinueve crímenes mortales contra periodistas desde el comienzo de la actual administración. En aquel momento, RSF tan solo contabilizaba trece de ellos.
Otra cosa extraña en el informe de RSF es la puntuación que se le da al país, pues, hasta el momento, registra una calificación de 46.71, prácticamente idéntica a la de 2019 y peor que la del año pasado (45.4, si el puntaje es mayor, la clasificación es peor) pese a que solo se ha presentado un homicidio hasta el momento.
A lo largo del gobierno obradorista, estos diecinueve asesinatos han tenido lugar en doce de las 32 entidades de la República, siendo en su mayoría estados fronterizos o con puertos, plazas claves para el ingreso y salida de drogas en el país; así como demarcaciones que ya enfrentaban problemas de inseguridad.
De acuerdo con un reporte de Artículo 19, la entidad en donde más periodistas fueron eliminados por cumplir con su labor es Veracruz, con tres de estos crímenes. Cabe recordar que, durante los últimos años, este estado ha sido disputado por diversos grupos delincuenciales, como el Cártel del Golfo o Los Zetas.
Le siguen Guerrero, Morelos y Sonora, con dos cada uno. De estos, solo la segunda demarcación no representa una ventaja geográfica estratégica para el narcotráfico; sin embargo, durante los últimos años se han dado violentos enfrentamientos entre grupos rivales para apoderarse de la plaza, al igual que en los otros dos estados.
Para complementar la lista aparecen Nayarit (puerto), Baja California (frontera), Oaxaca (puerto), Quintana Roo (puerto/frontera), Tabasco (puerto), Estado de México, Zacatecas y Guanajuato. Esta última entidad ha encabezado todos los índices de homicidios durante los últimos años, seguida de cerca por el territorio mexiquense.
Con información de Reporteros Sin Fronteras, Human Rights Watch, El Economista y El Financiero.
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