Esta mañana, el periódico Reforma publicó en su primera plana dos notas relacionadas con los primeros testimonios que el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, ofreció a la Fiscalía General de la República (FGR) tras su detención y extradición desde España.
La primera de ellas es la confirmación de que recibió 10 millones de dólares de parte de la constructora brasileña Odebrecht para ser beneficiada con obra pública. Cuatro millones fueron destinados a financiar la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012, lo cual también ya era de dominio público.
En la segunda nota, el exfuncionario afirma que recibió la orden de Luis Videgaray y el propio Peña, para sobornar a legisladores de oposición –principalmente del Partido Acción Nacional (PAN)- con el objetivo de que votaran a favor de llevar a cabo la Reforma Energética, uno de los pilares del gobierno priista.
Uno de los mayores beneficiarios de estos pagos fue el exdirigente nacional blanquiazul y excandidato presidencial Ricardo Anaya Cortés, quien se desempeñaba en aquel entonces como presidente de la Cámara de Diputados. El exlegislador recibió 6.8 millones de pesos en agosto de 2014, cuya entrega fue gestionada por una persona cuya identidad aún no ha sido revelada.
Sin embargo, Anaya no es el único panista de alto perfil que habría sido implicado en la declaración de Lozoya Austin. Otros nombres destacados en la lista son los de Ernesto Cordero –entonces coordinador de los senadores- y Salvador Vega. Ambos fueron estrechos colaboradores de Felipe Calderón, ocupando las secretarías de Hacienda y Función Pública durante su gobierno.
Otros integrantes de Acción Nacional que se habrían beneficiado de dichos pagos son los actuales gobernadores de Querétaro y Tamaulipas, Francisco Domínguez Servién y Francisco García Cabeza de Vaca. En total, el gobierno de Peña –a través de Lozoya- habría pagado 52.3 millones de pesos entre diciembre de 2013 y abril de 2014.
Con información de Reforma.
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