Pese a ser el responsable de vigilar los excesos e irregularidades en los gastos de la administración pública, el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, se aprovechó de su cargo para acondicionar su oficina con muebles, acabados y hasta baños de lujo.
De acuerdo con una investigación de la Organización Nacional Anticorrupción ONEA, apenas llegar al cargo, el funcionario habría gastado hasta 35 millones de pesos en materia de obra pública para la ASF. De estos, 4 millones fueron destinados exclusivamente a reacondicionar su despacho personal.
Colmenares asumió su cargo el 15 de marzo de 2018, aún durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Siete meses más tarde, iniciaron los trabajos de un proyecto para optimizar los espacios que se encuentran en el piso 12 de las oficinas que la ASF tiene en la carretera Picacho-Ajusco 167, al sur de la Ciudad de México.
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El primer contrato se firmó con PIA Construcciones el 3 de octubre de ese año, tuvo un valor de 346 mil 473 pesos e incluyó el cambio de muros de tablacemento, la instalación de un librero y una puerta de madera, recubrimientos del mismo material –pino-encino- para una de las paredes y la remodelación del baño, la cual contó con el cambio de lavabo y excusado y piso de mármol Santo Tomás.
El segundo de estos convenios se celebró con Construideas Innovación y Desarrollo el 20 de diciembre de 2019 y tuvo un valor de 2.2 millones de pesos. Sin embargo, once días más tarde, la propia Auditoría tomó la determinación de ampliarlo, aunque aún no se entregaban los primeros avances, pagando 787 mil pesos adicionales, lo cual lo elevó hasta los 3 millones de pesos.
Pese a que se establecía que estas obras estarían dedicadas a la remodelación de áreas comunes, estos recursos fueron utilizados para la instalación de un closet y molduras de madera en la oficina de Colmenares; así como una regadera –con boiler incluido- para su baño y equipamiento de extracción de olores para el área de cocina.
En 2020, en plena pandemia, la ASF firmó un tercer contrato, esta vez con SIGA Construcciones, por 1.3 millones de pesos, de los cuales la mitad -651 mil 899- se destinaron al famoso piso 12. Entre las propuestas se encontraban una fachada interior de vidrio, el cambio de cancelería para reducir el ruido y modificaciones en pisos y paredes.
‼️ ⚠️ El titular de la @ASF_Mexico, @colmenaresparam, gastó más de 4MDP en muebles de madera hechos a medida, la construcción de un baño con acabados de primera, cancelería de cristal templado y adecuaciones al área de cocina.
Una investigación en conjunto con @ebuendiad. https://t.co/iIsYlk90om
— Nayeli Meza Orozco (@nayeli__meza) October 18, 2021
Irónicamente, la empresa más beneficiada por la Auditoría para la realización de estas obras –Construideas- cuenta con sanciones administrativas. En 2017 se le impuso una multa de 75 mil 490 pesos por no tener registro para manejo de desechos y en enero de 2021 fue sujeta a una suspensión de un año por parte de la Secretaría de la Función Pública (aunque esta fue revocada en tribunales en agosto).
David Colmenares estuvo en el ojo del huracán en octubre de 2020, cuando la ASF publicó erróneamente en la Cuenta Pública del 2019, que la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) había tenido un sobrecosto del 232 por ciento, lo cual provocó que incluso fuese llamado a declarar ante el Congreso.
Pese a la presión mediática que se generó, el funcionario se negó a renunciar y, en su lugar, sacrificó a otros empleados que, presuntamente, habrían participado en la elaboración del informe. Colmenares también es recordado por el despido de Muna Dora Buchahin, la forense que descubrió la trama de desvío de recursos conocida como la Estafa Maestra.
La exauditora señaló que, a su llegada, Colmenares Páramo transformó a la ASF en una ‘casa de contratación’ al servicio de los partidos políticos. Juan Manuel Portal, su antecesor como titular de la dependencia, recordó que lo contrató como auditor en 2012 por su experiencia en temas fiscales; sin embargo, lo despidió unos meses después por su incompetencia, pues nunca ha elaborado un informe por sí mismo.
Con información de ONEA México.
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