La Auditoría Superior de la Federación (ASF) causó polémica después de que, en un primer momento, reveló que la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tuvo un sobrecosto superior al 200 por ciento y, posteriormente, se retractó, reconociendo errores básicos en la metodología.
Sin embargo, los problemas al interior de la institución van más allá de haber cometido equivocaciones inexplicables a ese nivel. Para descubrir qué tan mal van las cosas en la ASF, la periodista Meme Yamel entrevistó a Muna Dora Buchahin, exauditora y experta en temas anticorrupción.
La exfuncionaria, famosa por su papel en la investigación que reveló el esquema de desvío de recursos conocido como la ‘Estafa Maestra’, apareció como invitada en la edición matutina de Sin Censura para hablar sobre todas las irregularidades en las que ha incurrido la administración de David Colmenares Páramo.
Buchahin, quien fue despedida por el actual auditor superior en 2018, señaló que desde la llegada de este, la ASF abandonó el perfil técnico que la caracterizaba y se convirtió en una especie de ‘casa de contratación’ para que los grupos políticos pudieran colocar a su gente a cambio de recibir prebendas o encubrir irregularidades.
También mencionó que, a diferencia de lo que han acusado diversos sectores de la oposición, es imposible que una sola persona sea capaz de cambiar los resultados finales de las investigaciones en cuestión de horas; y criticó la justificación ofrecida por la institución, que alega que los datos erróneos fueron introducidos por áreas ajenas al grupo que elaboró el informe.
De igual forma, mencionó que el perfil de la ASF cambió completamente tras la llegada de Colmenares, pues empezó a despedir al personal que estaba mejor calificado técnicamente para comenzar a dar paso a integrantes de diversos partidos políticos y que incluso se dio el lujo de crear un ‘área de prensa’ cuando la función de la dependencia no es informativa.
La exauditora agregó que, con el arribo del actual auditor, se desató una especie de ‘cacería de brujas’ digna de los mejores tiempos de regímenes políticos anteriores, pues a los empleados que percibieron como ‘problemáticos’ para sus intereses los hostigaron y, en algunos casos, llegaron a fabricar pruebas para justificar los despidos, como le sucedió a ella.
Una de las explicaciones que Buchahin le encuentra a esta conducta es el hecho de que el propio Colmenares está vinculado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, en aquel momento, pensó que habría continuidad en el gobierno federal tras las elecciones de 2018, situación que finalmente no ocurrió.
Finalmente, la experta considera que, para cambiar la situación actual al interior de la Auditoría Superior, tendría que haber una gran presión mediática por parte de la ciudadanía, ya que los legisladores no parecen estar en la mejor disposición para hacerlo y que, de hacerse, se descubrirían escándalos similares a la ‘Estafa Maestra’.
Con información de Sin Censura.
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