Apenas una decena de empresas, algunas de las cuales han tenido un rol activo en la oposición a la reforma del sector energético planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, controlan más del 40 por ciento de la participación en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Nuestra directora editorial, Meme Yamel, entrevistó a Romualdo Hernández, director de la Coordinación de Proyectos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para explicar de manera clara y concisa en qué consiste la iniciativa; así como para desmontar varios de los mitos promovidos desde la oposición durante los últimos meses.
Entre los datos más interesantes ofrecidos por el funcionario se encuentra el hecho de que diez empresas controlan el 41 por ciento del total de la generación en el SEN. Entre los nombres más llamativos se encuentran Iberdrola –que ha contratado a varios servidores públicos- y ENEL, la energética italiana vinculada a Paolo Salerno, asesor de la alianza Va X México.
Pese a que existen más de 200 consorcios participando en el Sistema Eléctrico Nacional, apenas son tres de ellos, todos de origen español- los que controlan el 23 por ciento de la generación de energía: Iberdrola –famosa por ‘fichar’ a figuras como Felipe Calderón y su secretaria, Georgina Kessel-, Naturgy y Abeinsa.
Otras industrias que están involucradas en el sistema eléctrico mexicano son el conglomerado japonés Matsui, General Electric (GE) –a través de su fondo de inversión filial EFS Financing- y Blackrock, propiedad del financiero estadounidense Stephen M. Schwartzman, uno de los empresarios más cercanos a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray.
Generación de energía limpia de CFE
Otro de los argumentos de la oposición desmontado por Romualdo Hernández durante la entrevista es que la reforma promovida desde el Poder Ejecutivo –y que actualmente está siendo discutida en el Congreso- es que esta provocará un incremento en el uso de fuentes contaminantes y no renovables de energía.
Por el contrario, la coalición PRI-PAN-PRD sostiene que solo se puede garantizar una transición hacia las energías que no dañen al medio ambiente a través de darle el control de la generación a la iniciativa privada. Sin embargo, esta narrativa no coincide con la realidad del Sistema Eléctrico Nacional.
De acuerdo con la presentación mostrada por el funcionario, aunque la participación del sector privado se ha incrementado de manera sustancial durante los últimos tres años, la mayor parte de la generación de energías limpias en ese periodo ha estado a cargo de la propia CFE, con un porcentaje que cada año se incrementa.
En 2019 se generaron 313.9 terawatts-hora (TWh) de energía en el SEN, de los cuales 150.9 correspondieron a la parestatal y 163 a particulares. Sin embargo, 38 TWh de fuentes limpias fueron producidos desde el sector público, lo cual representa el 25 por ciento de su aportación. Por el contrario, la iniciativa privada solo produjo 26.6, que apenas es el 16.3 por ciento del total.
El año siguiente, la desigualdad entre ambos sectores se incrementó sustancialmente. De los 308 TWh producidos durante el primer año de la pandemia, 187.3 correspondieron a particulares y 121.6 a la Comisión. Sin embargo, el 33.5 por ciento de la producción de esta última fue de energías limpias; mientras que en los primeros apenas tuvo un aumento del 2.2 por ciento (18.5) respecto al ciclo anterior.
En 2021, se generaron 320.8 TWh, de los cuales 192.8 fueron de la iniciativa privada y solo 128.1 del sector público. Sin embargo, este elevó su uso de energías limpias hasta el 38.2 por ciento (49 TWh); mientras que las empresas particulares solo generaron 39.5 TWh, registrando un crecimiento de solo 2 por ciento pese a acaparar la mayor parte del sistema.
Con información de Al Chile con Meme Yamel.
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