Las redes sociales han revolucionado la forma en la que nos comunicamos con el mundo. Durante esta pandemia, han permitido que millones de personas se mantengan en contacto con sus seres queridos a pesar de las medidas de prevención que se han implementado en todo el mundo.
Sin embargo, las dinámicas sociales que implica la comunicación en línea también encarnan una serie de peligros, especialmente si se establece algún tipo de intercambio personal con personas que no se conoce previamente; ya que nada nos garantiza que la información que nos proporciona nuestro interlocutor sea cierta, al igual que sus intenciones.
A nuestra redacción llegó un caso que ilustra perfectamente este tipo de situaciones. La persona que nos contactó relata que fue víctima de un robo en su domicilio, presuntamente perpetrado por una persona que conoció en la aplicación de citas Tinder. Posteriormente, se enteró que existen bandas criminales que operan de esta forma.
El denunciante relata que el pasado jueves 23 de junio, acordó encontrarse con otra usuaria de la misma app, la cual se identificaba como Blanca 23 cerca de un conocido centro comercial de la ciudad de Puebla, cercano a su domicilio. Tras acordar en ir al hogar de la víctima, la mujer pidió detenerse en un minisúper para comprar bebidas alcohólicas.
Al llegar al domicilio del sujeto, estacionó su vehículo sobre la vía pública. Posteriormente ingresaron al inmueble, en donde estuvieron platicando y consumiendo los productos adquiridos anteriormente. Después de que el afectado entró al baño, su acompañante le sirvió un vaso y le dijo que tomara un shot, a lo cual accedió.
Tras haber ingerido la bebida, declara que comenzó a sentir malestares como mareos y decidió bajar a la calle para guardar su coche. Después de completar la maniobra, afirma que comenzó a vomitar y regresó a su departamento. Sin embargo, al llegar ahí descubrió que la mujer ya se había ido, aunque el malestar persistía.
El afectado descubrió que faltaban un celular iPhone 11, dos relojes marca Armani, dos colonias y productos sanitizantes; así como 15 mil pesos en efectivo. También señaló que, al momento de acudir a la Fiscalía General del Estado, persistían las molestias físicas, por lo que sospecha que fue intoxicado.
Después de que le tomaron la declaración en las oficinas de la FGE, los agentes ministeriales le confirmaron que no es la primera denuncia de este tipo, por lo que se especula que se trata de una banda que opera de esta manera; y que este modus operandi también se ha visto en otros lugares, como la Ciudad de México.
Para evitar que más personas se conviertan en víctimas potenciales de estos grupos delictivos, adjuntamos unas imágenes que aparecen en el perfil de Tinder de la presunta perpetradora del robo, las cuales nos fueron facilitadas por la víctima. La sospechosa asegura tener 23 años, haber estudiado en la Universidad de Guadalajara y tener dos meses viviendo en Puebla.
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Imagen: ESPECIAL
