Actualmente, el mundo se encuentra en medio de una crisis sanitaria debido a la emergencia creada por la expansión de la epidemia de coronavirus a nivel mundial. Sin embargo, las consecuencias económicas de esta enfermedad podrían ser aún más catastróficas para la humanidad.
Esto fue expresado por el economista Omar Hassan, a través de una columna de opinión publicada en el periódico británico The Independent. En ella, el analista estima que millones de personas podrían enfrentar una situación financiera crítica al perder sus empleos o verse obligados a cerrar definitivamente sus negocios.
Coronavirus will bankrupt more people than it kills — and that's the real global emergency https://t.co/mABey1qeDy
— The Independent (@Independent) March 12, 2020
Hassan considera que, si los gobiernos no intervienen de manera rápida, los trillones de dólares que ya se han perdido en las principales bolsas financieras del mundo podrían ser solo el comienzo de algo mucho peor, ya que la pandemia es solo un factor en la ‘tormenta perfecta’ que se está generando, combinada con la ya mencionada caída de los mercados, la guerra entre Rusia y Arabia Saudí por los precios del petróleo y probables crisis migratorias.
Muchas start-ups y negocios pequeños podrían verse afectados al cortarse las cadenas de suministro, ya que la emergencia obligó a miles de fábricas chinas a cerrar sus puertas, generando una disminución considerable en la industria manufacturera. Y teniendo en cuenta que China genera una tercera parte de la producción mundial de estos productos, la baja en la producción es un problema global.
El autor plantea un escenario en el que es difícil imaginar que Italia –la novena economía más grande del mundo- no entrará en una fuerte recesión, o que la crisis no afectará a Europa y a su mayor socio comercial, Estados Unidos; peor aún, es imposible no pensar en que esto lleve a una nueva crisis mundial, salvo que los gobiernos actúen con más firmeza de lo que lo hicieron en 2008.
También considera que, bajo el panorama actual, existe un esfuerzo coordinado entre las potencias emergentes –China, Rusia, Arabia Saudí- para afectar a los mercados occidentales. Un ejemplo de ello es la guerra en los precios del petróleo entre las dos últimas naciones mencionadas.
Mientras que las economías de ambos países pueden soportar llevar los precios de los hidrocarburos a mínimos históricos, la industria energética de Estados Unidos no se puede dar ese lujo, ya que la producción de gas shale se volvería mucho más costosa y poco sustentable, lo cual podría desembocar en cierres, pérdidas de empleos y hasta una gran recesión económica.
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— Omar Hassan (@hassano_82) March 11, 2020
Según Omar Hassan, incluso Donald Trump podría ver truncadas sus aspiraciones de obtener un segundo mandato al frente de Estados Unidos, ya que su reacción ante la expansión del virus ha sido titubeante; hecho que ya fue identificado por su probable rival Joe Biden, quien ha prometido un liderazgo ‘estable y seguro’ en momentos de necesidad.
Además, China y Rusia interpretaron la intervención estadounidense en la Guerra de Siria como ‘irrelevante’, por lo que tratarán de aprovechar la ‘tormenta perfecta’ para consolidar un nuevo orden mundial con diferentes polos de poder y moldear la economía mundial de tal forma que se adapte a sus intereses.
Por ello, el economista recomienda a los gobiernos de países como Estados Unidos y Reino Unido que piensen en esta crisis como un problema económico y que, en lugar de negar los nuevos escenarios, se adapten a ellos y les saquen el mayor provecho posible; pues no hacerlo podría ser aún más dañino que cualquier pandemia.
Con información de The Independent.
Imagen: ESPECIAL
