Inspirado en sus propios programas sociales, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un plan para combatir la desigualdad mundial, el cual buscaría que los 750 millones de personas más pobres del mundo tengan acceso a una vida digna.
Durante la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, que México preside de manera temporal, el mandatario tomó la palabra para hablar de la incidencia de factores como la corrupción y las desigualdades en las vidas de la mayoría de los habitantes del planeta.
Ahí, el Ejecutivo mexicano dio a conocer que, en los próximos días, la representación diplomática del país presentará ante la Asamblea General de las Naciones Unidas lo que ha denominado como el ‘Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar’ que buscará mejorar las condiciones de aquellos que sobreviven con menos de dos dólares al día.
La iniciativa consistirá en la creación de un fondo que tendrá como meta recaudar un billón de dólares anuales, los cuales se repartirían al sector demográfico ya mencionado a través de diversos programas sociales, como la entrega de pensiones a personas de la tercera edad, becas a estudiantes o ingresos para aprendices que busquen incorporarse al sistema laboral.
López Obrador propuso que, para llegar a dicha cifra, se podrían buscar tres fuentes: las mil personas más ricas del planeta, las mil compañías con mayor valor y una cooperación por parte de los países que conforman las 20 economías más importantes del mundo (G20).
En el caso de los primeros, el tabasqueño sugiere una cooperación anual del 4 por ciento de sus fortunas, proponiendo una cantidad similar en el caso de las grandes corporaciones multinacionales; mientras que, para los gobiernos del G20, la donación sería del 0.2 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
El mandatario mexicano también señaló que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional podrían jugar un papel fundamental en el desarrollo de la propuesta, pues estos cuentan con los medios para levantar un gran censo mundial para detectar a los 750 millones de personas que se busca apoyar con la iniciativa.
Finalmente, no encuentra motivos por los cuales algún país podría oponerse a su propuesta, dado que no está vinculado al desarrollo de armas de destrucción masiva ni a atentar contra la seguridad de ningún país; por el contrario, el objetivo es construir paz y estabilidad a través de la solidaridad internacional.
Durante su discurso, López Obrador también se manifestó de forma crítica hacia la propia ONU, acusándola de no haber tomado acciones contundentes para combatir la desigualdad que se vive a nivel mundial, así como así como sus causas, afirmando que el principal problema a nivel global es la corrupción.
Como un ejemplo de la indolencia del máximo organismo mundial puso a la iniciativa COVAX, la cual buscaba poder llevar vacunas contra el COVID-19 de manera efectiva a los países menos favorecidos y que, hasta el momento, solo ha sido responsable del 6 por ciento de la distribución de biológicos a nivel mundial, calificando este hecho como un ‘doloroso y rotundo fracaso’.
También habló de las acciones que su gobierno está emprendiendo para enfrentar esta situación, hablando en particular del programa Sembrando Vida y de los beneficios que este podía traer a Guatemala, Honduras y El Salvador si Estados Unidos se integra, pues se podría evitar la migración forzosa de hasta 330 mil personas.
En el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York propusimos instaurar un Estado Mundial de Fraternidad y Bienestar que garantice el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que viven en condiciones de pobreza. pic.twitter.com/ckr1mpb7TG
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) November 9, 2021
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