Tal como lo afirmó en su momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador felicitó al senador Joe Biden por su triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las cuales se llevaron a cabo el pasado 3 de noviembre, el cual fue confirmado por el Colegio Electoral de aquel país este lunes.
A través de una carta, el Ejecutivo mexicano felicitó al mandatario electo del país vecino, recordando que ambos se conocen desde hace nueve años y que, durante aquel primer encuentro, le manifestó su intención de terminar con la corrupción política en nuestra nación, la cual ha identificado como la principal causa de la desigualdad.
También hizo referencia a los vínculos históricos y culturales que unen a ambos países, lo cual obliga a los gobernantes en turno a mantener una buena relación bilateral. Por ello, espera que durante el mandato de Biden será posible seguir aplicando los principios que rigen la política exterior de México, como la no intervención y la autodeterminación de los pueblos.
En la misiva, López Obrador reconoció la postura que el legislador mantuvo durante su campaña electoral con respecto al tema de la migración, pues considera que esta ayudará a promover el desarrollo de las comunidades del sureste de México y de Centroamérica, el cual permitirá que las personas no tengan que abandonar sus lugares de origen en búsqueda de oportunidades.
Finalmente, expresó su deseo de mantener una reunión para discutir personalmente ese y otros asuntos; por el momento, se limitó a extender sus felicitaciones por el triunfo y le deseó la mejor de las suertes en su nuevo cargo, por el bien del pueblo estadounidense y de ambos países.
El mandatario mexicano fue objeto de críticas después de que, el pasado 7 de noviembre, se abstuvo de enviar una felicitación a Biden después de que los sondeos iniciales le otorgaron a este la elección en el estado de Pensilvania, consiguiendo de esta manera los 270 votos electorales necesarios para alcanzar la mayoría y ganar los comicios.
En aquel momento, el tabasqueño declaró que esperaría a que el Colegio Electoral de Estados Unidos oficializara el triunfo del demócrata, ya que cualquier cosa podría pasar durante el recuento de votos, como le sucedió a él mismo en las elecciones de 2006.
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