El senador republicano Marco Rubio, quien acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de haber ‘entregado’ México al narcotráfico, es uno de los principales beneficiarios de las donaciones de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), operando en contra del control de armas.
Hace unos días, el representante de Florida ante el Congreso de los Estados Unidos celebró que el mandatario mexicano no acudiera a la Cumbre de las Américas, pues aseguró que había cedido el control de nuestro país al crimen organizado y lo acusó de ‘promotor de dictadores’.
Hijo de inmigrantes cubanos, Rubio sigue una política restrictiva que, entre otras cosas, incluye imponer severas limitaciones a la migración de la que su propia familia se benefició. También se opone al aborto, el cambio climático, seguridad social, derechos laborales y al control de armas.
Marco Rubio recibió 3.3 millones de dólares de la NRA National Rifle Association.
¿Con qué cara señala al presidente de Narco?
Estas empresas son las mismas que le venden armas a los carteles de México.#MarcoRubio #TedCruzChildMassacre @marcorubio @tedcruz @lopezobrador_ pic.twitter.com/SSvoTIvX15
— Carlos García (@cargarc_carlos) June 9, 2022
Esta última postura es facilmente explicable, pues reportes recientes indican que el legislador habría alcanzado la categoría A+ de donaciones por parte de la NRA, recibiendo hasta 3.3 millones de dólares a cambio de aprobar leyes que beneficien al famoso ‘lobby de las armas’.
También es sabido que muchas de estas compañías financian la operación económica de la propia Asociación Nacional del Rifle. Entre las más conocidas se encuentran Smith & Wesson, Beretta, Springfield o Sturm, Ruger & Co., las cuales forman parte del grupo de once fabricantes demandados por el gobierno de México.
El argumento de las autoridades nacionales para emprender acciones legales contra estas compañías es que estas no solo participan en el tráfico ilegal de armas hacia territorio mexicano, sino que están tan conscientes de que sus productos terminarán en manos del crimen organizado que incluso las personalizan para adaptarse al gusto de cárteles y sicarios.
Es decir que, al recibir dinero por parte del NRA para evitar cualquier legislación que permita un mayor control en la venta de armamento de alto poder que ingresa a México, el senador Rubio también es cómplice de los grupos criminales que se dedican al trasiego de sustancias ilegales a los que critica.
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