Luego de que la periodista Peniley Ramírez insistiera en un presunto conflicto de interés entre Pemex y Baker Hughes por la casa rentada por el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Petróleos Mexicanos exhibió los errores cometidos en su columna del periódico Reforma.
A través de un comunicado, la dependencia encabezada por Octavio Romero Oropeza insistió en el desconocimiento que la reportera de origen cubano ha demostrado con respecto a los contratos que de uso común en la industria petrolera y sus cláusulas, más recientemente en la editorial publicada el pasado 12 de febrero.
La paraestatal explicó que existen dos tipos de contratos en el sector, los procedimientos convencionales que involucran las licitaciones –abiertas, restringidas o por licitación- y los que surgen de necesidades de abastecimiento estratégico a partir de las necesidades de las áreas productivas.
Ente estos últimos se encuentran los acuerdos referenciales (ACREF), como el que Ramírez cita en sus textos, en el cual participan dos o más proveedores y que no tienen un monto fijo asignado; sino que cuentan con un catálogo con precios de referencia, los cuales se van actualizando temporalmente durante la duración del convenio.
El ACREF en donde –según Reforma- existirían irregularidades data del sexenio de Enrique Peña Nieto -2017- y no es un acuerdo exclusivo para Baker Hughes, ya que también participan otras tres grandes empresas: Halliburton, Schlumberger y Weatherford. Estas cuatro compañías compiten en una ‘subasta inversa’ para garantizar los precios más ventajosos para Pemex.
Como parte de este acuerdo se otorgó el contrato de 65.9 millones de dólares citado por Ramírez en su artículo. Sin embargo, en la misma subasta se logró un segundo acuerdo, con Halliburton, empresa que recibió casi el doble que Baker Hughes, 122 millones.
Originalmente, estos ACREFS tenían una vigencia entre 2017 y 2019, pero, dado que la naturaleza misma de estos permite que se replanteen los montos y los servicios contratados de acuerdo con las necesidades en la perforación de pozos petrolíferos, estos pueden ser modificados, tal como sucedió en este caso.
Tal como ya lo había hecho su director en conferencia de prensa, Pemex señala que el incremento en los montos que Baker Hughes ha recibido a partir de 2019 está vinculado a los requerimientos del proyecto, ya que una mayor actividad en la extracción de combustibles provoca que haya una mayor necesidad de inyectar recursos.
Durante su intervención ante los medios de comunicación, Romero también aclaró que Baker Hughes no ha sido la única empresa beneficiada, sino que todas las compañías entre las 25 mayores contratistas de Pemex han experimentado incrementos en facturación –incluidas Halliburton y Schlumberger- por el incremento en la extracción de hidrocarburos.
Finalmente, la paraestatal reprocha a Reforma omitir el incremento en la producción de petróleo crudo que se ha dado durante la actual administración –hasta 60 mil barriles diarios- y el hecho de no haber hecho un gran escándalo cuando los ingresos de Baker Hughes por contratos con Pemex incrementaron en un mil 536 por ciento durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
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