Por las deficiencias cometidas en el seguimiento del caso, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) ofreció una disculpa pública a la familia de María de Jesús -Marichuy- Jaimes Zamudio, asesinada por dos miembros de la comunidad en enero de 2016, así como el título post mortem como ingeniera petrolera.
Este lunes, la institución educativa celebró una reunión en la que estuvieron presentes Yesenia Zamudio, madre de la víctima y fundadora del colectivo ‘Ni Una Menos’; así como la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra.
Ahí, el abogado general del IPN, Federico Anaya Gallardo, reconoció que los protocolos en materia de violencia de género con los que contaba el centro de estudios en la época del feminicidio de Marichuy eran ineficaces. También admitió que las respuestas institucionales que se dieron al Ministerio Público no fueron suficientemente claras.
Otra de las fallas reconocidas por el representante legal del ‘Poli’ fue el nulo seguimiento interno que se dio a los miembros de la comunidad universitaria –un profesor y un estudiante- que fueron señalados como los probables responsables del delito. Por todas estas razones, se le ofreció una disculpa pública a la familia de la joven.
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Zamudio concedió el perdón al Politécnico, aunque aseguró que este gesto vino demasiado tarde; además de recordar que los dos presuntos asesinos de su hija continúan prófugos pese a las órdenes de aprehensión que pesan sobre ellos desde el pasado mes de septiembre.
Marichuy murió a los 19 años de edad, el 24 de enero de 2016, a consecuencia de las heridas sufridas tras una caída desde el quinto piso del edificio en donde vivía. En un primer momento, a Yesenia le informaron que su hija habría saltado por la ventana en un aparente intento de suicidio, hipótesis descartada posteriormente.
Ocho días antes, el 16 de enero, la estudiante había salido con un grupo de amigos a un karaoke. En la reunión también estuvo presente Julio Iván Ruiz, profesor de la carrera de Ingeniería Petrolera, quien había acosado sexualmente a Marichuy a cambio de otorgarle una calificación aprobatoria en su clase.
Tras la salida, el docente y un estudiante, de nombre Gabriel Eduardo, ofrecieron a llevarla a su casa. Sin embargo, los vecinos del edificio declararon que ambos sujetos subieron por la fuerza a la joven; además, sus compañeras de cuarto escucharon que entró gritando por ayuda, aunque no atendieron al llamado, por lo que la hipótesis del suicidio fue descartada.
La CNDH acreditó numerosas irregularidades en la investigación, incluyendo el no aseguramiento de la escena del crimen y la falta de rigurosidad en la necropsia. El IPN, por su parte, declaró el incidente como un suicidio y no solo se negó a investigar a los dos probables responsables, sino que revictimizaron a la familia de Marichuy.
Con información de La Octava y Reporte Índigo.
Imagen: Noticieros Televisa
