Durante su visita a la Casa Blanca, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una propuesta de cinco puntos a Joe Biden para mejorar la relación bilateral y las cadenas productivas entre México y Estados Unidos. Este último expresó sus ganas de discutir el plan a fondo.
Al inicio del encuentro, ambos mandatarios destacaron la buena relación que existe entre sus respectivos gobiernos, a lo que el mexicano añadió la efectividad que los acuerdos que benefician a ambas naciones han tenido en el pasado, poniendo como ejemplo el ‘Proyecto Bracero’ durante la Segunda Guerra Mundial.
Posteriormente, propuso una lista de cinco puntos de ayuda mutua para enfrentar la situación actual, que incluye el encarecimiento de los combustibles o el incremento de la inflación, derivada de situaciones como la pandemia de COVID-19 o el conflicto entre Rusia y Ucrania.
En primer lugar, México propone triplicar la exportación de hidrocarburos hacia Estados Unidos mientras el Congreso resuelve la iniciativa presentada por Biden para controlar los precios de los combustibles, además de continuar permitiendo que ciudadanos de aquel país crucen la frontera para cargar gasolina.
Actualmente, el precio de este producto es de 4.78 dólares por galón en la Unión Americana, mientras que la misma medida solo cuesta 3.12 dólares en nuestro país. También destacó que la mayor parte de la gasolina que se importa se está produciendo en la refinería que Pemex adquirió en Deer Park, Texas.
El segundo punto es poner a disposición de Estados Unidos la red de gasoductos que operan en la zona fronteriza para permitir el transporte de gas natural desde Texas hasta Nuevo México, Arizona y California, el cual permitirá generar hasta 750 megawatts de energía y beneficiar a 3 millones de personas.
También propuso que, pese al avance que el actual tratado comercial -T-MEC- ha tenido en la eliminación de aranceles para promover las actividades mercantiles, podrían continuar trabajando para eliminar más restricciones consideradas como innecesarias.
En cuarta posición mencionó una iniciativa público-privada para la producción y comercio de productos indispensables para ambos países, que permita evitar la importación de estos desde otras regiones, como son los recursos energéticos, prometiendo que se permitirá la inversión estadounidense para generar nuevas fuentes limpias mientras se consuma la transición, periodo en el cual se continuará con la producción petrolera.
Finalmente, propuso el incremento en el número de visas temporales de trabajo para obreros, técnicos y profesionistas mexicanos y centroamericanos; buscando ordenar el flujo migratorio e incrementar la fuerza de trabajo disponible para ejecutar su plan de aumentar la construcción de infraestructura.
También insistió en la necesidad de una reforma migratoria que permita la regularización de millones de inmigrantes que han estado contribuyendo al desarrollo económico de Estados Unidos desde hace varios años, pese a la oposición que pueda surgir desde el conservadurismo.
Al respecto, Biden señaló que coincide con muchos de los planteamientos de su homólogo y destacó algunos de los logros de su administración, como la creación de más de 8 millones de trabajos en apenas 18 meses o el crecimiento de su economía; aunque eso no significa que no enfrenten problemas.
Por ello, aseguró estar muy ansioso por discutir de forma detallada el plan de cinco puntos de López Obrador y la manera de implementarlo. El mandatario estadounidense cerró deseando que sus acciones muestren el profundo respeto que tiene por México y su soberanía.
Con información del Gobierno de México.
Imagen: Presidencia de la República
