El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que uno de los asuntos que atenderá en su próxima gira de trabajo en Estados Unidos será el del actvista australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, a quien calificó como ‘el mejor periodista de nuestros tiempos’.
Durante su conferencia de prensa matutina, el reportero Hans Salazar cuestionó al mandatario sobre si planea interceder por Assange en su próxima reunión con Joe Biden de la misma manera en la que lo hizo durante la administración de Donald Trump, a quien le solicitó un ‘perdón presidencial’.
Al respecto, el tabasqueño señaló que sí, que pedirá al gobernante demócrata que atienda el caso de Assange, asegurando que este ha sido tratado de manera injusta por las autoridades estadounidenses, las cuales le imputan diecisiete cargos criminales amparándose en una ley de espionaje de más de cien años de antigüedad.
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Recordó que lo único que hizo el australiano fue recabar la información de cables diplomáticos de diversas oficinas consulares, los cuales revelaron una serie de violaciones a los derechos humanos cometidas por las tropas norteamericanas en Medio Oriente, así como su intromisión en los asuntos internos de diversos países.
También cuestionó que los funcionarios de la Unión Americana hablen sobre cuestiones como democracia, libertad de expresión o respeto a las garantías fundamentales cuando se presentan situaciones de este tipo y preguntó de forma sarcástica si quitarían la Estatua de la Libertad.
Añadió que está consciente de que la defensa de Assange atenta contra los intereses de ciertos grupos a los que calificó como ‘duros’ y ‘severos’, pero aseguró que tiene que prevalecer el humanismo e insistió en que el activista ‘tiene abiertas’ las puertas de México. Posteriormente, presentó uno de los videos publicados por WikiLeaks sobre los excesos de las tropas norteamericanas.
El viernes pasado, el Ministerio del Interior del Reino Unido aprobó la extradición del australiano a Estados Unidos, país en el que enfrentaría una pena de hasta 175 años de prisión por exhibir los abusos cometidos por el ejército de aquel país durante las invasiones a Irak y Afganistán.
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