Lejos de representar un ‘cambio’ respecto a la política tradicional, Luis Donaldo Colosio Riojas ha terminado por reproducir algunos de los vicios de esta, ya que en los pocos meses que lleva al frente del Ayuntamiento de Monterrey le ha otorgado contratos millonarios a dos amigos suyos.
El portal digital de investigación Sin Embargo publicó una nota en la que revela que dos de los integrantes del círculo más íntimo del hijo del excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta han recibido adjudicaciones con un valor de casi 4 millones de pesos por parte de la administración municipal regiomontana.
El primero de ellos es Ricardo Navarrete Reyes, quien es amigo de Colosio desde su infancia. El señalado obtuvo un contrato -por asignación directa- de 2.3 millones de pesos a cambio de prestar servicios de consultoría y estudios para la implementación de políticas públicas y estrategias de comunicación.
Ojo: @colosioriojas otorgó contratos millonarios a sus amigos apenas asumió el cargo https://t.co/xj0ZBsVPQf
— Alvaro Delgado Gómez (@alvaro_delgado) June 20, 2022
La segunda de estas licitaciones directas, con valor de 1.4 millones de pesos, fue otorgada a Roberto Mancilla Castro, quien es el encargado de elaborar diez estudios entregables para un proyecto denominado Ciudad Sol, el cual incluye el diseño de un ‘manual de funcionamiento’ del municipio, una compilación de legislación vigente y consultoría en diseño y derecho constitucionales.
El beneficiario de este segundo contrato también tiene nexos comprobables con Movimiento Ciudadano, partido del edil, pues en 2018 apareció como el suplente en la candidatura de Agustín Basave Alanís al Congreso de la Unión. Este último es hijo del dirigente perredista del mismo nombre, uno de los amigos más cercanos de Colosio padre.
Su juventud y su legado familiar han colocado a Colosio Riojas como un posible ‘presidenciable’ para la oposición rumbo al 2024, apareciendo incluso en tercer lugar de preferencias en algunas encuestas. Sin embargo, su gestión también se ha visto marcada por algunas polémicas, como presidir una sesión de cabildo desde un bar en Nueva York, en aparente estado de ebriedad.
Con información de Sin Embargo.
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