Este miércoles, la Fiscalía General de la República (FGR) realizó el aseguramiento de tres inmuebles propiedad del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, bajo el argumento de que estos fueron adquiridos con fondos–se sospecha- cuyo origen podría ser ilícito.
Sin embargo, este caso no es nuevo, ya que la existencia de dichos domicilios en la Ciudad de México y Morelos había sido revelada al público desde hace once años, cuando la periodista Anabel Hernández publicó un reportaje en el portal Reporte Índigo en el que señalaba estas operaciones.
Por ello, la locutora Carmen Aristegui invitó a la investigadora a hablar del caso durante la emisión de su noticiero de este 24 de diciembre. Durante la entrevista, la autora de libros como Los Señores del Narco o El Traidor reveló que, tras obtener información sobre la construcción de una de estas residencias, decidió investigar.
En aquel momento, Hernández llegó a obtener fotografías en las que el propio García Luna aparece supervisando personalmente la edificación, la cual se llevó a cabo a una velocidad sorpresivamente rápida, pasando de un simple terreno baldío a una gran mansión en cuestión de meses.
Posteriormente, la periodista acudió a los registros de la delegación Tlalpan, descubriendo que el permiso de construcción no estaba a nombre del funcionario, sino de una persona llamada C. Pereyra; sin embargo, el nombre de García Luna si aparecía como propietario del terreno en el que se realizó la casa.
No obstante, esta no fue la única sorpresa, ya que el ‘súper policía’ de Felipe Calderón ya era propietario de otro inmueble en el mismo fraccionamiento, Jardines de la Montaña. Tras la publicación de su reportaje, otros medios de comunicación se dieron cita en el lugar, por lo que fueron detenidos por la gente de García Luna y presentados como presuntos delincuentes.
Unos meses más tarde, en 2010, Anabel Hernández realizó otra investigación en la que reveló la existencia de la tercera propiedad incautada por las autoridades el día de ayer, ubicada en el municipio de Jiutepec, en Morelos, la cual también se construyó en un periodo de pocos meses.
La autora considera que la persecución llevada a cabo en contra de los reporteros que se acercaban a capturar imágenes de estas residencias se debe a que García Luna no quería que nadie indagara en el asunto, debido a que no tenía forma de comprobar los ingresos necesarios para realizar todas estas edificaciones.
Hernández recordó que, en aquel momento, el funcionario pretendió justificarse –en entrevistas a modo- asegurando que estos ingresos provenían de los negocios de su esposa, Linda Cristina Pereyra, quien era propietaria de un par de pequeños restaurantes, los cuales estaban inscritos en el Padrón de Pequeños Contribuyentes, por lo que no tenían las ganancias suficientes para emprender dichos proyectos.
También señaló que, si bien en aquel momento no se conocía el origen de sus recursos, ya comenzaban a circular versiones que vinculaban a García Luna con grupos como el Cártel de Sinaloa, tal como se establece en la acusación que llevó a su detención en Estados Unidos el 10 de diciembre de 2019.
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