La periodista Ximena Garmendia, especialista en temas de aeronáutica, exhibió las mentiras y la manipulación por parte de ciertos sectores de la prensa respecto a la operación y el presupuesto de Mexicana de Aviación.
Nuestra directora editorial Meme Yamel entrevistó a la también exempleada de la aerolínea acerca de publicaciones emitidas por reporteros como Juan Ortiz, quien cubre la fuente legislativa con una clara tendencia contraria a la actual administración federal.
En una de sus publicaciones, el periodista aseguró que el relanzamiento de Mexicana de Aviación -ahora a manos de las Fuerzas Armadas- podría costarle al erario público hasta 2 mil 300 millones de pesos entre 2024 y 2029, además de que los costos de operación del primer mes ascenderían hasta los 5 mil millones de pesos.
Garmendia coincidió en que operar una línea aérea no es barato; sin embargo, recordó que en 2010, cuando los trabajadores de Mexicana buscaban inversores para volver al aire, el costo de relanzamiento era de 350 millones de dólares, una cifra bastante superior a la invertida actualmente.
La periodista poblana también recordó que todas las empresas presentan pérdidas en su primer año y que el tiempo promedio para que comiencen a generar ganancias es de cinco años, precisamente el mismo tiempo que el reportero legislativo denuncia como excesivo.
Sin embargo, este no es el único dato que Ortiz presenta de forma sesgada, pues el porcentaje de presupuesto destinado a combustible de rentas y aeronaves es prácticamente el mismo que el de cualquier otra aerolínea comercial y no debería ser motivo de escándalo.
Quiebra de Mexicana fue por motivos políticos
Garmendia también puso en tela de duda los cuestionamientos sobre el costo que la operación de Mexicana tendrá para el erario público, pues recordó que todas las aerolíneas privadas creadas a partir del sexenio de Vicente Fox representaron pérdidas para la hacienda pública, pues todas recibían subsidios federales.
También señaló que el modus operandi de estos empresarios era sacar todo el dinero que obtenían de las subvenciones gubernamentales y declarar las empresas en quiebra en cuanto terminaban dichos apoyos, como ocurrió en el caso de la familia Alemán con Interjet.
Sobre la privatización -y posterior quiebra- de Mexicana, la especialista mencionó que tuvo una motivación política, pues las administraciones del PAN favorecían los intereses privados de Aeroméxico, por lo que la adquisición por parte de Gastón Azcárraga fue una estrategia para sacar del aire a su principal competidora.
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