Donald Trump ha amenazado con cerrar la frontera si México no frena la inmigración ilegal desde su lado. El presidente de los Estados Unidos tensa así la cuerda de las relaciones con su vecino del sur, aunque eso le pueda costar el desabastecimiento de algunos alimentos básicos en el país ya que el cierre de fronteras afectaría no sólo a las personas, sino también al comercio.
Las cifras que maneja el Departamento de Agricultura no mienten: casi la mitad de todas las verduras y el 40 por ciento de la fruta que importa Estados Unidos procede de Mexico. Pero el caso de los aguacates es aún más grave: casi la totalidad de los que se consumen en el país proceden del otro lado de la frontera, tal y como reconoce a Reuters Steve Barnard, el presidente del mayor distribuidor de esta fruta en todo el mundo, la empresa Mission Produce.
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Trump ha considerado que los cruces fronterizos ilegales son una emergencia nacional y ha culpado a México y los países centroamericanos por el problema.
Amenazó: “Si México no detiene de inmediato toda la inmigración ilegal que ingresa a los Estados Unidos a través de nuestra frontera sur, estaré cerrando la frontera, o grandes secciones de la frontera, la próxima semana.” Esta situación ha causado mucho revuelo tanto en Estados Unidos como en México. En el vecino país del norte, por el tema de los recursos necesarios para manejar los flujos de migración tanto legales como de ilegales; en México, por la tibia reacción de AMLO ante las amenazas de Trump y por la inexistencia de una política migratoria clara, más allá de un discurso de fraternidad.
Por si fuera poco, el precio del aguacate se ha disparado en Estados Unidos en los últimos años y con ello la demanda de los consumidores es enorme, en buena parte debido al éxito de la comida mexicana y, sobre todo, la tex-mex, en la que el aguacate es parte indispensable para poder hacer guacamole.
Con información de Regeneración
