Lucy Meza, candidata de la coalición PRI-PAN-PRD a la gubernatura de Morelos, no sólo mantiene a un golpeador dentro de su equipo, sino que orquestó campañas de violencia de género contra otras mujeres.
Nuestra directora editorial, Meme Yamel, publicó otro fragmento del testimonio de la pareja de Alberto Millán, coordinador de comunicación de la priista, quien confirmó que la aspirante opositora sabía sobre la relación violenta que mantenían, así como de la vinculación a proceso en contra de su asesor.
En esta nueva entrega, la mujer señala que, cuando Meza estuvo en la Comisión de Juventud y Deporte del Senado, orquestó -junto con su colaborador- una campaña de desprestigio en contra de Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, partido en el que militaba en aquel momento.
Guerra controlada
La víctima señala que su agresor no sólo es el encargado de llevar todas las redes sociales de la aspirante priista y de acompañarla en todas sus ruedas de prensa, sino que también es responsable de negociar -y en su caso intimidar y amedrentar- con otros actores políticos y medios de comunicación.
En ese sentido, una de las estrategias de posicionamiento implementadas por Millán Toledo es la de la ‘guerra controlada’; es decir, que ellos mismos pagaban a otros medios de comunicación para atacar a Meza Guzmán, filtrando incluso fotos y videos de la entonces senadora.
Este esquema tiene dos objetivos: el primero de ellos es darle la oportunidad de presentarse ante la opinión pública como una víctima; mientras que el segundo es anticiparse a posibles ataques por parte de sus contrincantes.
Millán y colaboradores mantenían ambiente misógino
Otro aspecto que destacó la mujer es que tanto Alberto Millar como el resto del equipo suelen referirse en términos despectivos hacia las mujeres, sin ninguna llamada de atención por parte de Lucy Meza. Por el contrario, señaló que la priista no tiene mujeres entre sus colaboradores más cercanos.
Lucy Meza intentó hacer su propio partido político
La denunciante reveló que el motivo por el cual dejó de trabajar en la casa de campaña de la hoy aspirante a la gubernatura fue porque intentó crear su propio partido político cuando aún militaba en Morena, fuerza con la que logró su escaño en el Senado y de la que buscó ser candidata.
Meza creó una organización llamada Fuerza por México, a la cual obligó a afiliarse a todos sus trabajadores; además de ordenarles a estos que reclutaran más personas a su causa personal.
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