El presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza, anunció que solicitará licencia a su cargo con la intención de participar en el proceso interno y mantenerse como el principal líder blanquiazul, posición que ocupa desde finales de 2018.
A través de su cuenta de Twitter, el político originario de Michoacán dio a conocer que se separó formalmente de su puesto con el objetivo de continuar como el máximo dirigente blanquiazul. En la publicación afirmó que su intención es continuar creciendo y avanzando para encarar con mayor firmeza el proceso electoral de 2024.
Sin embargo, el tuit de Cortés generó rechazo y burlas, tanto de sus propias bases como de partidos rivales. Los primeros le reprocharon la división que se ha ido acentuando al interior del PAN y los pésimos resultados electorales, mientras que simpatizantes de movimientos como la Cuarta Transformación consideran que su gestión podría terminar en la destrucción de la institución.
Quiero informar que el día de hoy presentaré mi licencia para refrendarme como presidente nacional del PAN y así enfrentar con la mayor fortaleza el 2024, continuar creciendo, avanzando y poder corregir el rumbo del país.
— Marko Cortés (@MarkoCortes) September 1, 2021
Muchos de los afiliados blanquiazules consideran que Cortés Mendoza no ha sido tenido el suficiente carácter para hacerle frente al gobierno y a la izquierda; mientras que otros más comparan su ambición por perpetuarse en la dirigencia de su partido con personajes como Hugo Chávez o el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cortés dio sus primeros pasos políticos en Acción Juvenil. De ahí, fue impulsado para lograr una diputación federal y una senaduría –por vía plurinominal- antes de fracasar como candidato a la alcaldía de Morelia. Posteriormente fue arropado por el grupo de Gustavo Madero y de Ricardo Anaya, de quien ha sido un cercano colaborador.
La situación al interior del PAN tras la derrota de 2018 fue tan dramática que Cortés se vio obligado a unirse a sus dos principales rivales –PRI y PRD- para encarar las elecciones de 2021, en las que no lograron arrebatarle la mayoría del Congreso a Morena, sino que además solo pudo conservar dos de las quince gubernaturas que estaban en juego.
Durante su dirigencia, Acción Nacional –al igual que el resto de la oposición- ha carecido de propuestas propias para mejorar al país, limitándose a cuestionar prácticamente todas las propuestas lanzadas por Morena y López Obrador, cuya popularidad se ha mantenido pese a los estragos causados por la pandemia de COVID-19.
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