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Miles de personas toman las calles de Minneapolis para protestar por brutalidad policiaca

En medio de la crisis por el coronavirus, la brutalidad policiaca vuelve al centro de la discusión pública en Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd, un hombre afroamericano que fue acusado de intentar pagar con un billete falso y que fue asfixiado hasta la muerte por un elemento de seguridad en Minneapolis.

El incidente, ocurrido el pasado 25 de mayo, fue captado en video por una mujer que atestiguó el incidente, en el que Floyd insistió en que no podía respirar antes de fallecer. Posteriormente, la grabación se viralizó tras ser publicada en las redes sociales, generando una ola de indignación, tanto dentro como fuera del territorio estadounidense.

Esto generó una serie de protestas masivas en la ciudad más poblada de Minnesota, las cuales comenzaron un día después del hecho. El 26 de mayo, miles de personas salieron a las calles a manifestar su rechazo a la actuación de la Policía local, terminando la marcha frente a las instalaciones de una comisaría.

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Esta marcha fue reprimida por los agentes policiacos, quienes utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los participantes. El concejal Jeremiah Ellison, quien estaba presente, calificó la respuesta de las autoridades como ‘repugnante’ tras asistir a una joven que sufrió una herida en la cabeza.

Pocas horas antes, el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, aseguró que ‘ser afroamericano no debería ser una condena a muerte’. Durante la mañana del martes, horas antes del inicio de las protestas, el funcionario anunció el despido de cuatro agentes policiacos implicados en el caso, incluyendo al que terminó con la vida de George Floyd presionando su rodilla contra el cuello del sospechoso.

La acción de las autoridades provocó que se diera una segunda jornada de manifestaciones este miércoles, sin embargo, a diferencia de lo sucedido el día anterior, en esta ocasión los participantes también hicieron uso de la fuerza, incendiando edificios, saqueando negocios y enfrentándose con los cuerpos policiacos.

Mientras tanto, la familia de George Floyd, al igual que miles de personas, considera que las acciones tomadas por el alcalde Frey son insuficientes; ya que, al tratarse de un asesinato, los responsables deberían ser arrestados y llevados a un juicio.

Este incidente ha sido comparado con el de Eric Garner, otro hombre afroamericano que murió asfixiado por un elemento de la Policía de Nueva York en 2014, tras intentar separar una pelea callejera; el cual fue uno de los detonantes para el movimiento Black Lives Matter, que denuncia el racismo institucional que aún existe en Estados Unidos.

Con información de France 24.

Imagen: ESPECIAL

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