El viernes pasado, el presidente Donald Trump informó a los medios de comunicación que se había puesto en contacto con la familia de George Floyd, el hombre afroamericano cuya muerte provocó las protestas que han encendido Estados Unidos, para transmitir su pena sobre lo que calificó como un ‘acto horrible’.
Sin embargo, el tono de la conversación fue muy diferente, de acuerdo con la familia de la víctima. Philonise Floyd, hermano de George, fue quien recibió la llamada del mandatario. Sin embargo, denunció que su interlocutor acaparó el intercambio y ni siquiera le dio oportunidad de expresarse.
En una entrevista, el deudo del hombre cuya muerte conmocionó al mundo relata que el diálogo con Trump fue lo suficientemente corto como para no permitirle hablar. Philonise asegura que intentó tomar la palabra, pero el magnate seguía hablando, dándole a entender que no le interesaba lo que tenía que decir.
"He didn't give me an opportunity to even speak."
George Floyd's brother, Philonise Floyd, described how his conversation with Donald Trump went.
"It was hard…he just kept, like, pushing me off, like 'I don't want to hear what you're talking about.'" https://t.co/vbqNJAi52l
— CNN (@CNN) May 31, 2020
“Él ni siquiera me dio la oportunidad de hablar. Fue duro, Yo estaba tratando de hablar con él, pero él seguía rechazándome de algún modo, como si dijera ‘no me interesa escuchar lo que estás diciendo’”.
Floyd manifestó que lo único que alcanzó a decir en la llamada fue que quiere justicia para su hermano y que es increíble que los agentes policiales hayan cometido un ‘linchamiento’ a plena luz del día.
En la misma entrevista, Philonise Floyd reveló que también recibió una llamada del antiguo vicepresidente y actual contendiente, Joe Biden, quien también acaparó la conversación. Mencionó que ese diálogo duró entre diez y quince minutos porque el candidato demócrata no paraba de hablar, pero el tono en el que se desarrolló fue mucho más satisfactorio que con Trump.
El rechazo por la muerte de George Floyd, quien falleció tras ser asfixiado por un policía blanco en Minneapolis el pasado 25 de mayo, ha provocado que las protestas en contra del racismo y la brutalidad policiaca se extiendan por todo el país, llegando a la violencia y el vandalismo en algunas ocasiones.
El domingo pasado, los manifestantes se plantaron en la Plaza Lafayette, justo frente a la Casa Blanca, motivo por el cual fueron apagadas las luces de la residencia y –de acuerdo con algunos reportes— Trump fue llevado a un bunker de seguridad antes de que el fuerte operativo conjunto de la Policía y el Ejército dispersara a los manifestantes con bengalas y gas lacrimógeno.
Este lunes, otra protesta –pacífica esta vez- fue disuelta violentamente por los cuerpos de seguridad para permitir que el mandatario saliera a tomarse una foto en una iglesia cercana con una Biblia en la mano. La obispo de la Diócesis Episcopal de Washington D.C., Mariann Edgar Budde, criticó el hecho, asegurando que no le pidieron autorización para usar su templo y dar un mensaje contrario a las enseñanzas de Jesús.
Con información de Sin Embargo.
Imagen: ESPECIAL
