Athos, perro rescatista de raza Border Collie que participó en las labores de rescate en la Ciudad de México tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, y su compañero Tango –un Terrier Yorkshire- murieron en Querétaro después de que un vecino de la zona los alimentara con salchichas envenenadas.
El primero estaba certificado por la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate y formaba parte del Equipo de Búsqueda y Rescate Urbano de la Cruz Roja Mexicana. A través de sus redes sociales, esta última instancia lamentó el fallecimiento del can, que ayudó a localizar a un gran número de personas tras el terremoto.
A través de su cuenta de Facebook, la unidad de rescate lamentó la muerte de Athos, asegurando que perdieron a un compañero incondicional, el cual nunca dudó en lanzarse a lo desconocido al escuchar la palabra ‘Busca’, sin contemplar el peligro que estuviera de por medio, para ayudar a algún ser humano que requiriera su apoyo.
https://twitter.com/Cruz_Roja_Qro/status/1404574402067435523
También afirmaron que, irónicamente, fue un ser humano –como los tantos que ayudó a rescatar- quien lo asesinó arteramente, sin saber todo lo que el can ya había hecho por otras personas y sin pensar en todo lo que podría haber hecho en el futuro, incluso por el mismo individuo que lo privó de la vida.
La Cruz Roja Mexicana y la dirección de Protección Civil de Querétaro se unieron a la pena se su entrenador, Édgar Martínez, por el asesinato de ambos perros. Esta última instancia recordó que las hazañas de Athos tuvieron alcance internacional y reconocieron la labor de Tango como animal de apoyo y recordaron la historia que vivió antes de llegar a ellos.
Tras darse a conocer el fallecimiento de ambos canes, la noticia generó una ola de indignación en las redes sociales, las cuales exigieron que se sancione a los responsables a través de los hashtags #JusticiaParaAthos, #JusticiaParaTango y #JusticiaParaAthosYTango.
Con información de adn40 e Infobae.
Imagen: ATHOS sar-dog en Facebook