La Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Yucatán (Prodennay) protagoniza un nuevo escándalo de sustracción ilegal de menores. En esta ocasión, despojaron de la custodia de su hija a una mujer indígena que no habla español.
A través de las redes sociales, la abogada Dariana Quintal denunció un nuevo abuso por parte de la dependencia, la cual cuenta con un amplio historial de irregularidades contra menores de edad y sus padres. En esta ocasión, presentó el caso de Josefina, una mujer tzotzil del estado de Chiapas.
La afectada proviene de una familia de artesanos, algunos de los cuales viven en Mérida, por lo que dio permiso a su hija de trece años de viajar unos días con ellos, pues le gusta visitar lugares como el puerto de Progreso. Para costear su viaje, elaboró unas pulseras que salió a vender con sus parientes cuando las autoridades la aseguraron.
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Luego de que le notificaron sobre estos hechos, Josefina se trasladó a Yucatán para intentar recuperar a su hija y, así, comenzaron las irregularidades por parte de la Prodennay. La primera de ellas fue recibirla y entrevistarla sin la presencia de un intérprete que tradujera lo que decían los funcionarios, vulnerando sus derechos como persona indígena.
Prodennay ‘no encuentra’ traductores para mujer indígena
No fue sino hasta varios días después que la dependencia ‘buscó’ cumplimentar esta obligación; sin embargo, alegaron que no encontraron a una sola persona en todo el estado de Yucatán que hablara tzotzil, por lo que iniciarían los trámites para traer a alguien desde Chiapas.
Tras la llegada de Quintal como su representante, la familia ya presentó las pruebas para comprobar que la menor estaba a cargo de una persona de confianza -además de personas que entiendan tzotzil- y que no era víctima de ningún caso de explotación. No obstante, no solo no devolvieron a la joven, sino que ya apareció una presunta denuncia contra sus familiares.
Por ello, la Prodennay niega a Josefina su derecho de ver a su hija y tener comunicación con ella, incluso pese a que la menor expresó su voluntad de hablar con su madre, en un nuevo caso de separación ilegal de familias.
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