Durante mucho tiempo, uno de los principales reclamos de la sociedad mexicana ha sido la renovación de la clase política; es decir, promover la llegada de nuevos perfiles que tengan ideas nuevas y una visión más actualizada sobre los problemas del país.
Sin embargo, muchos de estos ‘nuevos líderes’ no llegan ahí por mérito propio, sino por el aprovechamiento de las redes de contactos familiares y políticos, perpetuando la influencia de aquellos personajes a los que estaban llamados a sustituir. Uno de estos casos es el de Juan Pablo Beltrán Viggiano, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Con 24 años cumplidos en mayo pasado, el joven egresado de la Universidad Iberoamericana actualmente se desempeña como suplente del diputado hidalguense Marco Antonio Mendoza Bustamante y hasta presume ser ‘asesor’ de uno de los legisladores de mayor perfil de su partido. Sin embargo, esto no es fruto de sus méritos, sino de sus relaciones familiares.
Resulta que el señalado es hijo del abogado Fernando Beltrán y Carolina Viggiano Austria, actual secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y actual diputada plurinominal de dicho partido; quien, a su vez, está casada con Rubén Moreira Valdez, exgobernador de Coahuila y también legislador por mayoría relativa.
En una entrevista para la revista Clase, publicada a finales de 2020, Juan Pablo aseguraba que su interés en la política surgió al acompañar a su madre en varias de sus campañas –fue diputada local y federal en dos ocasiones- en donde se dio cuenta que la única forma de cambiar la realidad del país es estar en una posición de toma de decisiones.
Además de este tipo de apariciones en revistas sociales, también intentó incrementar su presencia en redes sociales en los meses previos a las elecciones, apareciendo como invitado en plataformas como Debate Joven o utilizando sus propias cuentas de redes sociales para ello.
Sin embargo, sus participaciones no siempre han sido dignas de su currículum. En noviembre, tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos ofreció un análisis en su cuenta de Facebook que se limitó a una recolección de datos curiosos sobre los candidatos involucrados.
A comienzos de este año, criticó el proceso de adquisición de vacunas COVID por parte del gobierno mexicano, asegurando que era uno de los peores del mundo, cuando, en aquel momento, era uno de los diez con mayor número de vacunas adquiridas; además, comparó el avance con el de Chile, un país con una población seis veces menor y con medidas de prevención menos severas.
Beltrán Viggiano forma parte de una generación de jóvenes priistas que fueron introducidos por sus padres en labores legislativas. Otros juniors tricolores que ya rondan por San Lázaro son los hijos de los gobernadores Carlos Aysa (Campeche) y Alejandro Murat (Oaxaca); así como los de Emilio Gamboa Patrón, Fidel Herrera y Mariano González Zarur.
Pese a haber ingresado como suplente de Mendoza –de quien se especulaba renunciaría al cargo para dejarle vía libre- el joven se ha integrado al equipo de trabajo que acompaña a su padrastro (Moreira). A través de las redes sociales, Beltrán se ha dedicado a compartir varios de los eventos en los que ha participado al lado del exgobernador.
En su cuenta de Instagram, ha compartido fotografías e historias en las que está presente en procedimientos como las sesiones de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara Baja, la cual es presidida por el propio Moreira e incluso se ha dejado ver a su lado durante conferencias de prensa.
En su perfil de Instagram incluso aparece una publicación dedicada enteramente al esposo de su madre, en el que asegura que hay que romper con las viejas prácticas de autoritarismo –impuestas por su propio partido- mientras que en la imagen está mirando con admiración al exgobernador, quien está de pie en las escaleras del Palacio Legislativo.
Esta cercanía con Moreira también abre la puerta a otros cuestionamientos, como sus ingresos. Hasta el momento, aún no se han definido los contratos del personal de apoyo en el Poder Legislativo, por lo que todavía no se sabe si se integrará de manera definitiva al equipo del legislador y qué clase de cargo ocupará.
De acuerdo con la propia Cámara de Diputados, el sueldo base de un asesor ‘B’ es de 28 mil pesos mensuales; mientras que uno tipo ‘A’ percibe hasta 35 mil pesos. Sin embargo, estos no son los únicos cargos que podría desempeñar, ya que hay otros tipos de contratos para los asesores de los diputados.
Según tabuladores de años anteriores, el sueldo estimado para un empleado de base o de confianza puede llegar a ser de hasta 44 mil pesos mensuales; mientras que quienes son contratados por honorarios tienen un tope salarial de hasta 36 mil pesos, poco más de lo que gana un asesor principal.
Sin embargo, los mayores beneficios se los llevan quienes ingresan en mandos medios, superiores y homólogos, pues ellos pueden llegar a embolsarse hasta 124 mil 299 pesos mensuales; es decir, que en un año un empleado con este tipo de designación gana 1 millón 491 599 pesos. Dependiendo del tipo de designación, estos podrían ser los ingresos para Beltrán Viggiano.
En la entrevista para Clase, el flamante asesor aseguraba que en su hoja de ruta se encontraban la fundación del capítulo Ciudad de México de la organización ‘2030’, presidente de Fuerza 24 y ya formaba parte del Consejo Político Nacional del PRI. De seguir ocupando dicha posición, estaría cobrando dos sueldos, uno en su partido y uno del erario público.
Con información de Revista Clase, Político MX y la Cámara de Diputados.
Imagen: Juan Pablo Beltrán Viggiano en Twitter
