En entrevista con Meme Yamel para Sin Censura, el doctor Miguel Ángel Luna, padre del niño Leo, quien lamentablemente murió luego de atorarse en un succionador de basura en una atracción acuática del Parque Xenses de Grupo Xcaret, narró cómo sucedieron los hechos ese fin de semana.
Dijo que tanto él, como su esposa y sus cuatro hijos viajaron a Playa del Carmen no sólo para celebrar que habían vencido al coronavirus, sino también para superar la tragedia tras la muerte del abuelo de Leo.
La familia se introdujo en la atracción Río Salado, para aventarse por los toboganes. Según la narración, todo estaba transcurriendo de forma normal, hasta que se dieron cuenta que Leo, de 13 años de edad, había desaparecido. Fueron segundos después cuando Miguel Ángel Luna se dio cuenta que su hijo había sido succionado por un ducto que aspira el agua para su circulación, el cual no tenía la rejilla de seguridad.
El padre de Leo, un médico internista reconocido en el estado de Durango, logró sacar a su hijo y comenzó a administrarle primeros auxilios.
“Según investigué estaba un succionador del parque para la basura y ahí se fue mi hijo. Yo también fui víctima, pero no me ahogué. Saqué a mi hijo, tengo registro de mis lesiones”.
El doctor Miguel Luna denunció que los paramédicos y la ambulancia del parque Xenses no tenían el equipo adecuado para atender a su hijo, ‘yo les pedía equipo de respiración y no tenían nada y el parque tampoco tenía equipo de nada’.
“Seguí dándole a mi hijo reanimación por más de media hora porque me llevaron al hospital más lejano, a más de media hora, pero llegó bien al hospital, pero no había médicos especialistas. Yo quería atenderlo, pero no me dejaron”.
Además de que no lo dejaron intervenirlo, el papá de Leo aseguró que tampoco le permitieron trasladarlo vía aérea a un hospital de la Ciudad de México, por lo que, compartió, él sentía que estaban impidiendo que lo sacara de Quintana Roo.
Tras la muerte del niño, el parque informó a Miguel Luna que ‘el certificado de defunción había salido con el diagnóstico de ahogamiento’ y le señalaron que con dicho dictamen no podía llevarse a su hijo a Durango, por lo que le pidieron que convenciera a los médicos de cambiarlo.
“Tuve cierto sentimiento de que no querían que lo sacara de Quintana Roo. Y ya después nunca se avisó al 911, nunca se avisó al Ministerio Publico y yo ya me fui con la idea de que ya estaba allá, pero mi hijo seguía en el hospital porque tenía que ir a cambiar el diagnóstico. Me fui al hospital y todavía estaba el cuerpo de mi hijo y yo me molesté muchísimo. Pregunté por qué no habían llamado al Ministerio Público o la Fiscalía, porque fue un delito. Como que querían que yo pidiera a los médicos que cambiaran en diagnóstico del acta de defunción”.
Ante esta situación, prácticamente obligó a la Fiscalía de Quintana Roo para que llamaran a los peritos e hicieran el levantamiento del cuerpo de Leo, fue entonces que se llevaron el cuerpo del menor al SEMEFO, pese a que Miguel Luna les pidió que se lo entregaran para llevárselo a casa y velarlo como correspondía.
“Yo me hinqué con la abogada y le dije que por favor ya ‘déjenme llevarme a mi hijito’ y su mamá dijo que no había necesidad de que le hicieran la necropsia. Yo creo que le tenté el corazón porque me hinqué y lloré pues ya me permitió hacer la narratoria de los hechos y firmé el perdón, fue algo terrible”.
Después de narrar su historia, el doctor Miguel Luna subrayó que lo que ocurrió en el parque fue una grave negligencia y que hará todo lo posible para que se castigue el delito.
“El martes empecé con esto porque dije ‘no me puedo quedar callado. Esto no puede quedarse impune’. Es increíble que estuvo abierto el parque de atracción todos estos días; sábado, domingo, lunes, martes, estuvo seis días abierto el parque sin que pasara nada y con el riesgo de que más gente pudo haber muerto ahí, o sea es increíble. No puede ser, es una negligencia total. Según me enteré, ya ha pasado más veces y creo que desde octubre estaba esa anomalía, o sea, fue una negligencia del parque grave”.
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