A casi un mes de su publicación, los Twitter Files -’Archivos de Twitter- no logran el impacto mediático pese a la gravedad de las acusaciones. Según los documentos, la plataforma colaboró con agencias gubernamentales para ejercer una especie de ‘censura en las sombras’.
¿Qué son los Twitter Files?
La polémica inició el pasado 2 de diciembre, cuando los periodistas independientes Matt Taibbi y Bari Weiss publicaron hilos informando sobre una serie de documentos obtenidos a través de fuentes internas de la red social. Sin embargo, el énfasis que Elon Musk puso en difundir la investigación sugiere que fue él mismo quien filtró los documentos.
El hilo de Taibbi se centra en la forma en la que Twitter manejó en 2020 la difusión del reportaje del New York Post sobre la laptop de Hunter Biden, hijo del entonces candidato presidencial Joe Biden, el cual no tuvo el impacto buscado por los republicanos para decantar la elección en favor de Donald Trump.
Sin embargo, el hilo de 36 tuits del también escritor no revela nada nuevo sobre el asunto, más allá de los desacuerdos al interior de la empresa sobre si la publicación del Post infringía las medidas de manejo de información adoptadas en 2016, luego de descubrir que hackers rusos interfirieron con el proceso electoral de aquel año.
Estas nuevas políticas llevaron, entre otras cosas, a la suspensión temporal de la cuenta de Kayleigh McEnany, vocera de la Casa Blanca, quien compartió el artículo del Post.
Críticas a medios tradicionales
Pese a la gravedad de las acusaciones de que tanto agencias gubernamentales como empresas de informática intervienen para censurar información contraria a sus intereses –práctica continuada por el propio Musk– ningún medio masivo de comunicación ha investigado en las últimas semanas.
Esta situación -propiciada parcialmente por la falta de pruebas contundentes de Taibbi y Weiss en un principio- provocó duras críticas en los sectores que siguen el caso, incluyendo aquellos identificados tanto con la extrema derecha como con el anti imperialismo.
Ante la llegada de un nuevo paquete de documentos en el que el titular de la respuesta contra el COVID-19, Anthony Fauci, solicitó a Twitter suspender cuentas que difundieran información alejada de bases científicas sobre el vírus, el canal conservador Fox News aprovechó para acusar a la administración Biden de censura.
En ese mismo sentido, el polemista ultraderechista Collin Rugg acusó a los medios tradicionales de ser ‘propaganda patrocinada por el Estado’ por no dar la cobertura que -considera- merecen los Twitter Files.
Sin embargo, la extrema izquierda también cuestionó la nula discusión pública al respecto. El portal de investigación anti imperialista The MintPress News señaló que uno de sus colaboradores, Alan McLeod, ya había reportado sobre la interferencia gubernamental en redes sociales.
Kim Dotcom, el polémico hacker y fundador de Megaupload, cuestionó que el FBI declare como ‘desinformación’ comunicaciones enviadas por sus propios agentes; y el canciller cubano Bruno Rodríguez considera que esta es la prueba de que el gobierno de Estados Unidos y la red social orquestaron una campaña de ‘guerra psicológica’ contra Cuba.
Con información de El País.
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