El primer ministro de la Federación Rusa, Vladimir Putin, anunció que el ejército de su país intervendrá en las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, hecho que fue interpretado por las potencias occidentales como una invasión al territorio de Ucrania.
A través de una transmisión televisiva, el mandatario aseguró que el objetivo de las operaciones militares es garantizar la seguridad de la población de origen ruso que vive en la región del Donbass, quienes habrían sido atacados por fuerzas militares y paramilitares ucranianas y que el objetivo no es la ocupación de la nación vecina.
Desata #VladimirPutin la guerra en #Ucrania
Es una "operación militar especial", dice.
Advierte que van a juzgar al régimen de #Kiev y desmilitarizar y desnazificar a ese país.
Arguye que enclaves de #Donietsk y #Lugansk pidieron ayuda ante 'agresiones'.https://t.co/56CIMQGwxD pic.twitter.com/jeL3HkIQqz— La Jornada (@lajornadaonline) February 24, 2022
Sin embargo, desde el inicio del anuncio se han registrado bombardeos y detonaciones a lo largo y ancho de Ucrania, incluyendo las ciudades de Kiev y Jarkov; así como lugares tan alejados como el puerto de Odesa, ubicado en la zona suroeste del país.
Putin también advirtió que cualquier país occidental que pretenda interferir en las operaciones que el ejército ruso realiza en territorio ucraniano enfrentará consecuencias ‘nunca antes vistas’. En respuesta, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado en el que aseguró que sus aliados responderán de forma ‘unida y decisiva’.
El mandatario norteamericano también aprovechó para responsabilizar al líder ruso por las vidas que se perderán durante el conflicto. Este, a su vez, afirmó que quien deberá responder por un eventual derramamiento de sangre serán las Fuerzas Armadas de Ucrania, a las cuales exhortó a deponer las armas.
Expertos en Relaciones Internacionales, como Jesús López Almejo, consideran que tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como las potencias occidentales han pasado por alto los ataques que la población rusoparlante del sureste de Ucrania ha vivido a manos de grupos paramilitares de ideología neonazi, como el Batallón Azov.
Relatoría de hechos:
1) Fuerzas ucranianas de tintes neonazis, de origen golpista, asesinan a diario a población de ascendencia rusa en el Donbass desde 2014; el mundo occidental, la #ONU y los medios tradicionales callan.
2) Rusia pide garantías jurídicas, cero respuestas.
— Jesús López Almejo (@Jjlopez_almejo) February 24, 2022
También han ignorado el hecho de que estas situaciones han violado los Acuerdos de Minsk, a través se logró un cese de hostilidades tras el conflicto de 2014. El académico mencionó que buscar expandir a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a países cercanos a Rusia atenta contra los convenios logrados en la década de 1990.
De igual manera denunció que la Unión Europea y Estados Unidos han estado financiando a Ucrania, tanto con recursos económicos como con armamento pesado y recordó que ambas naciones se opusieron a una resolución de la ONU para condenar toda forma de fascismo y racismo mientras el Viejo Continente se abstuvo de participar.
7) En 2020 y 2021, se aprobó en la ONU una resolución que condena el Nazismo, el neonazismo y el fascismo en todas sus formas. EEUU y Ucrania votaron en contra. Casi toda Europa se abstuvo. La ONU guardó silencio.
— Jesús López Almejo (@Jjlopez_almejo) February 24, 2022
El periodista Manuel Hernández Borbolla, quien trabaja para la cadena rusa RT en Español, agregó que ha habido una manipulación mediática respecto a las acciones sucedidas en el Donbass, así como el apoyo a los grupos armados mencionados anteriormente, creando una narrativa en la que se justificaría la expansión de la OTAN a la región de influencia rusa.
El despliegue informativo de los medios occidentales -afines a los intereses de EE.UU. y sus aliados- en torno a la "operación militar especial" anunciada por Putin, contrasta enormemente con la manera en que dichos medios, ocultaron y minimizaron bombardeos en Donetsk y Luhansk.
— manuel hernández borbolla (@manuelhborbolla) February 24, 2022
El gobierno de México, por su parte, ha expresado su deseo de que este conflicto se solucione por la vía pacífica. La Secretaría de Relaciones Exteriores entregó al Senado de la República –titular de la política exterior de nuestro país- un informe explicando las causas del enfrentamiento en el sureste de Ucrania.
Ahí se señaló que los acercamientos entre dicha nación y la Alianza Atlántica han sido considerados por Rusia como una ‘línea roja’ que no debe cruzarse, pues representaría una violación a los acuerdos alcanzados en 1997.
De igual forma, se dio parte sobre las posturas que los representantes mexicanos ante la ONU –José Ramón de la Fuente y Alicia Buenrostro- han manifestado durante las sesiones del Consejo de Seguridad, en donde se ha insistido en el respeto a la integridad territorial y al principio de no intervención.
Finalmente, se actualizó sobre las acciones adoptadas para proteger a los mexicanos que residen en Ucrania. Se tiene contacto permanente con cien familias en caso de que estas decidan abandonar el país, incluyendo las 35 que se trasladaron de Kiev a Ivano-Frankivsk el pasado 16 de febrero. Igualmente se informó que, hasta el miércoles, no había planes para evacuar la Embajada.
Imagen: La Jornada