Para nadie es un secreto que el poder que ha imperado en los últimos años es el económico sobre el político, pues el Presidente y sus funcionarios tienden a actuar más por intereses empresariales que por los públicos y ciudadanos, pero ¿cómo se llegó a esto a tal grado que el Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador envió un claro mensaje con la Consulta ciudadana para definir el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México?
Así se hizo de poder lo económico sobre lo político
En 1982 Miguel de la Madrid comienza la transición de los políticos a los tecnócratas y con Carlos Salinas en 1988 el Presidente dejó de ser un político para convertirse en un gerente, pues manejó al país como una empresa y a los ciudadanos nos vió como si fuéramos trabajadores y no sujetos de derechos.
Llegó el 2000 y con él la primera alternancia de Partido con el PAN, muchos pensamos que las cosas cambiarían pero Vicente Fox decidió desperdiciar su sexenio consolidando ese poder económico que venía integrado con la tecnocracia.
Fox respaldó a los empresarios (pues él es uno de ellos), Felipe Calderón los fortaleció y Enrique Peña Nieto les dió el carro completo, primero en el Estado de México y luego en todo el país: educación, energía eléctrica, petróleo, carreteras, autopistas, telecomunicaciones y por poquito les da hasta el agua, todo a precio de regalo y controlado por décadas para el salvaje poder económico pudiente.
El cambio que se viene
Cuando AMLO ganó la Presidencia de la República con el 53% de las preferencias electorales, se comenzó a enfrentar a dos fuerzas bastante nutridas: el poder político que venía con una retorcida tradición (la del PRI) y el poder económico que está acostumbrado a hacer lo que quería, acaparar según sus deseos y a acomodar al Ejecutivo Federal como si de un mueble se tratara (no en balde estas palabras del Presidente Electo cuando dijo “no soy florero”).
Es precisamente aquí donde entra el instrumento de la Consulta ciudadana. Todos tuvimos la oportunidad de participar, sin embargo, hubo quienes en lugar de eso, la despreciaron y decidieron no decir al Presidente Electo que estaban a favor de Texcoco, decidieron simplemente no votar y quejarse, algo que de todos es sabido que no funciona; el canal de comunicación estuvo abierto del 25 al 28 de octubre, así que quien no lo aprovechó fue más por orgullo que por otra cosa. Así de sencillo.
Los medios de comunicación tradicionales siguieron atacando, los empresarios visitaron la conocida Casa de Transición con exigencias disfrazadas de peticiones de diferentes tipos y tamaños, un sector de las redes sociales (los medios de comunicación alternativos) se unió a la andanada de denostaciones, por lo que Andrés Manuel tenía que mandar un mensaje fuerte, claro e incuestionable, lo que vino haciendo con diferentes declaraciones de un tiempo para acá, pero lo concretó con la Consulta para definir el futuro del tan necesario Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El mensaje detrás de la Consulta
Más allá de la Consulta el hecho de realizarla es enviar ese mensaje tan necesario, ese que afirma que las cosas ya no se van a hacer como hasta ahora ¿Y cómo se hacen ahora? En lo “oscurito”, con tufo a corrupción, impunidad, tráfico de influencias, coacción e incompetencia.
Ya lo dijo el historiador Lorenzo Meyer, palabras más, palabras menos:
Corrupción e impunidad siempre ha habido, pero a diferencia de antes, los de ahora perdieron la eficiencia y denostaron el poder del pueblo
Tan se sabe esto que incluso José López Portillo hizo campaña por la Presidencia de la República en 1976 pese a no tener contrincantes de otros Partidos, es decir, el priista fue candidato único y aún así recorrió el país para dar a conocer al pueblo su proyecto de nación o al menos una idea de él, pues la Historia nos enseñó que su sexenio tuvo de todo menos un proyecto claro.
Se requiere un cambio que ya se está dando y no confundamos el tomar las riendas del país con el hecho de ser autoritario, pues tomar una postura sobre un tema sin que “los de siempre” te muevan no te convierte en autoritario, sino en una persona con convicción y así es Andrés Manuel López Obrador.
Diego Valadés declaró en entrevista a la revista Proceso que el poder detrás del Presidente Electo está fragmentado y que no hay proyecto, sin embargo, se han dado fuertes intervenciones en el Congreso de la Unión sobre este tema, Javier Jiménez Espriú ha estado muy involucrado y Alfonso Romo ha hecho lo propio para mediar con los empresarios para que no se espanten.
Dicho de otro modo, tanto López Obrador como su equipo han hecho lo correspondiente para defender una postura que podría ser mala o buena (no lo sabremos hasta que se implemente), pero es la única que ha dado razones de peso y tiene un argumento claro y es por eso que la Consulta era tan necesaria.
Con información de vidaenmex