A través de redes sociales un grupo de personas denunciaron que la empresa Up Town Inversiones Hipotecarias podría estar operando un fraude de dimensiones millonarias al vender garantías de remates hipotecarios que nunca entregan. Indicaron que ha cambiado de nombre en múltiples ocasiones para no dar la cara a las víctimas.
Algunos nombres vinculados con Up Town son: Proyectos inmobiliarios y Urbanísticos Boure; Batiz, Carrizales y Loizaga; Batiz y Loizaga; Controladora de Activos Tak, entre otros más en diversas entidades del país.
Creada hace casi doce años por un grupo de abogados dedicado al cobro de cartera vencida de tarjetas de crédito, Up Town pasó al negocio de cobrar, recuperar y adjudicar créditos hipotecarios.
Los remates hipotecarios es la cartera vencida de créditos otorgados a una persona, que por algún motivo no pudo pagar su crédito. En pocas palabras, es una compañía que vende propiedades que fueron embargadas por instituciones bancarias, por lo que los precios de estos inmuebles pueden ser de hasta un 30 o un 70 por ciento por debajo de su valor comercial.
Una denunciante señaló:
“Se anuncian en portales inmobiliarios para remates hipotecarios y así enganchan a los incautos, como yo, pidiéndoles dinero por propiedades que están en litigio. El caso es que pasan años y Up Town ha desaparecido al menos de dos domicilios y a cientos de personas nos han defraudado de nuestros ahorros de toda la vida”.
De acuerdo con la página oficial de denuncias a Up Town, la lista de defraudadores que posiblemente siguen estafando bajo algún otro nombre o esquema de supuestas inversiones o remates hipotecarios está integrada por Bernardo Bátiz, Coral Quintero, Darío Tiburcio, Juan Manuel Terán Galindo, Gerardo Solórzano, Susana Teran Galindo, Yazmín Sánchez, José López Hernández y Carlos Fournier.
Cabe señalar que Coral Quintero, quien dirigía la empresa hace cinco años, ha aparecido en medios de comunicación promocionando a la compañía en cuestión.
Asimismo, los denunciantes han compartido varias fotografías de Darío Rodolfo Tiburcio Paraskevas, quien presuntamente se encargaba de ofrecer inmuebles a bajo precio para personas interesadas en adquirir una vivienda, pero al final no las entregaba.
“Tú revendías las garantías una y otra vez a distintas personas sin el menor escrúpulo. ¿Que no le dará vergüenza a tu familia?”
Otra acusación grave contra Up Town es que al tratarse de inmuebles con ciertos grados de litigio, exigía un pago por adelantado por parte de los clientes, pero no entregaban facturas por los millones de pesos que recibían, con lo que evitaba el pago de impuestos y la fiscalización que deberían hacer a autoridades como el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“Mi esposo y yo recibimos un pago y tomamos la mala decisión de invertirlo con Up Town. Eso fue el 21 de noviembre de 2017. Como el juicio se encontraba al 80 por ciento del proceso, el cálculo que nos dieron para el término de éste fue de tres a seis meses. Esperamos el tiempo indicado, comenzamos a llamar a casi un año de la firma solicitando una cita con la señorita Susana Villanueva, quien por lo que entendemos es la encargada de los clientes, pero solo nos pidieron más dinero. La empresa se cambió de domicilio sin notificarnos, no contestan los teléfonos” [sic].
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