El gobierno de Tamaulipas, encabezado por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, utilizó hasta 39 millones de pesos de fondos federales para educación y salud para utilizarlos en eventos y campañas de publicidad organizados por una empresa fantasma, los cuales nunca se llevaron a cabo.
De acuerdo con una nota publicada por la polémica organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el gobierno panista de la entidad fronteriza utilizó a una compañía cuyo domicilio fiscal es una humilde casa en Temixco, Morelos, para simular dichas operaciones.
Entre 2017 y 2018, la administración de Cabeza de Vaca emitió hasta 135 facturas a pagar al Grupo Publicitario Adar, empresa constituida en la Ciudad de México en 2016 pero que no ubico su domicilio fiscal en dicha entidad, sino en el vecino estado de Morelos, en una colonia popular del municipio ya mencionado.
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Los recursos que fueron entregados a la agencia señalada durante ese periodo procedían de diversos fondos del gobierno federal, como el destinado a cubrir la participación para entidades y municipios (Ramo 28) o el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE), el cual se utiliza para pagar los sueldos de los maestros.
La primera de estas transferencias se dio en octubre de 2017, cuando la Secretaría de Finanzas hizo un depósito a Grupo Publicitario Adar por 3.4 millones de pesos, a cambio de que se realizara una campaña de difusión al gobierno estatal, la cual incluiría publicidad en paradas y camiones de la Ciudad de México, Monterrey y San Luis Potosí.
Esta orden de pago fue firmada por el responsable de Comunicación Social de Cabeza de Vaca, Francisco García Juárez. Mientras tanto, las facturas que fueron pagadas con el FONE fueron autorizadas por el entonces secretario de Educación y actual diputado, Héctor Escobar Salazar.
Sin embargo, estas no fueron las únicas dependencias del gobierno tamaulipeco que hicieron negocios con el Grupo Publicitario Adar, ya que la Secretaria de Salud llegó a pagar hasta 7.7 millones de pesos por servicios como renta de salones, muebles, audio e iluminación y alimentos para un evento, por 997 mil pesos.
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Además de la colocación de publicidad en otras ciudades y la organización de eventos, otros servicios que el gobierno pagó a dicha agencia fueron la organización de eventos de orden escolar, como ceremonias a la bandera, ferias ambientales, entregas de artículos –anteojos- o reuniones de profesores.
Sin embargo, una auditoría realizada por el Sistema de Administración Tributaria (SAT) reveló que la Grupo Publicitario Adar no contaba con el personal ni los insumos para llevar a cabo sus compromisos. Pese a ello, la compañía facturó hasta 105 millones de pesos en 2017, algo imposible de llevar a cabo en esas condiciones.
Por ello, los auditores del SAT emitieron una notificación en septiembre de 2018, para que la empresa comprobara la legalidad de sus actividades. Esta nunca fue respondida, por lo que en junio de 2019 fue registrada oficialmente en el registro de entidades ‘fantasma’ que simulan operaciones que no se llevaron a cabo.
Finalmente, MCCI acudió hasta Temixco para visitar el domicilio fiscal de la empresa. Sin embargo, en la misma calle existen dos domicilios con el mismo número. En uno de ellos habita una mujer de edad avanzada, mientras que en el otro los vecinos llevan años sin percibir actividad y desconocieron el nombre de la misma.
Con información de MCCI.
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