Los candados de seguridad impuestos por el sistema bancario cuyo objetivo es proteger las cuentas están resultando contraproducentes para los usuarios de mayor edad, ya que algunas de las protecciones más sofisticadas y algunos de los requisitos no se adaptan a sus capacidades ni a sus necesidades.
Duranteel transcurso de la semana llegó a nuestra redacción una denuncia realizada por una mujer de Morelia, Michoacán, quien acusa al banco BBVA y al sector salud de no permitir que su padre, un profesor de educación básica jubilado, acceda a sus ahorros después de que la tarjeta que manejaba expiró.
La denunciante relata que, tras enterarse de dicha situación, acudieron a la sucursal más cercana. Ahí les dijeron que el escáner no registra sus huellas digitales debido a que, a causa de la edad, estas marcas han comenzado a desaparecer, por lo que les solicitaron dos identificaciones oficiales para continuar el proceso.
Entre los documentos que les solicitaron se encontraban las credenciales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Instituto de Servicios y Seguridad Social para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM); así como la credencial de elector.
Por ello, tomaron la determinación de presentar las identificaciones del INE, del INAMPAM y del ISSSTE. Sin embargo, esta última les fue rechazada, ya que, según el personal del banco, no era la que les habían mencionado. Por ello, acudieron a la institución de salud para obtener el documento que exigía BBVA.
Para su molestia, en el ISSSTE les dijeron que, debido a la contingencia, no se están emitiendo nuevas credenciales para los trabajadores jubilados. Por ello, la hija del afectado contactó de manera telefónica a la institución bancaria, en donde le dijeron que, además de las mencionadas, también podía presentar su cédula profesional.
De acuerdo con la persona que relata este hecho, su progenitor cuenta con tres cédulas, que lo acreditan como maestro de primaria, psicólogo y especialista en Educación Especial, por lo que volvieron a la sucursal. En esta ocasión, la justificación fue que estos documentos deben tener una antigüedad menor a diez años.
También mencionó que en BBVA les dijeron que estos candados fueron implementados por indicación del Banco de México (Banxico) desde hace año y medio, aproximadamente. Lejos de ayudar en esta situación, estas medidas han provocado que el profesor de 83 años de edad no pueda acceder al fruto de su vida laboral.
Esta no es la primera vez que The México News reporta inconformidades hacia los bancos. En octubre, dimos seguimiento al caso de Defraudados por Santander, agrupación conformada por más de 500 personas que denuncian que el banco español no se ha hecho responsable los robos provocados por sus deficientes medidas de seguridad.
Dicha asociación comenzó por una mujer que perdió su liquidación debido a que sus ahorros fueron sustraídos en tres retiros. Sin embargo, lejos de responsabilizarse, Santander la acusó de intentar defraudarlos. Tras varios meses de litigio, descubrió que había medio millar de personas en la misma situación, por lo que se unieron y han realizado varias colectas de firmas para que las autoridades federales tomen cartas en el asunto.
Imagen: Expansión
