En medio de la polémica que envuelve al Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), una investigación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) demostró que la institución está muy lejos del estándar de calidad que sus académicos y defensores han alegado durante los últimos meses.
El periodista Luis Guillermo Hernández (Sexta W) expuso algunos de los puntos más importantes de las pesquisas de la ASF en un hilo en su cuenta de Twitter; señalando las fallas administrativas, la discrecionalidad en el uso de recursos públicos, las debilidades en sus mecanismos de control y la fuga de capitales durante el año 2019.
El primero de estos problemas es el ingreso y la cantidad de recursos que se invierte por estudiantes. El CIDE tiene una tasa de rechazo del 80 por ciento y, aunque esta cifra es menor que la de instituciones como la UNAM, su presupuesto cercano a los 400 millones de pesos hace que, en promedio, se utilice medio millón de pesos del erario público en cada alumno matriculado.
https://twitter.com/luisghernan/status/1468249978191728640
También se da cuenta de la creación de fondos y fideicomisos que los docentes del centro utilizaron para financiar viajes académicos y viáticos para dichos recorridos. Sin embargo, la institución fue incapaz de comprobar el destino de 15 de los 18.5 millones de pesos que se destinaron en dicho rubro.
Hernández considera aún más grave que poco más de la mitad de los proyectos que se presentaron durante aquel ejercicio fueran entregados en tiempo y forma, pues apenas fueron 142 de los 265. 62 de ellos ni siquiera fueron concluidos –incluyendo cinco cancelados- y sobre 24 de ellos no existe información sobre los argumentos por los que se aprobaron.
https://twitter.com/luisghernan/status/1468252282940706816
La ASF también encontró serias deficiencias por parte del CIDE para prevenir el plagio académico, pues ni el Programa de Trabajo de Administración de Riesgos ni el Código de Ética utilizados por la institución en 2019 contemplaban mecanismos para prevenir y sancionar esta práctica; además de que ninguno de los tres centros de tutorías contaba con manuales de funcionamiento.
Esta auditoría también reveló diferencias importantes entre los montos reportados en la Cuenta Pública 2019 y esta indagatoria en lo que respecta a los ingresos generados por los fideicomisos de este centro público de investigación, mismas irregularidades encontradas en los gastos, ya que estos no contaban con mecanismos de operación establecidos.
Hilo 6/9
Si los Fideicomisos del @CIDE_MX obtuvieron ganancias… éstas
NO SE REGISTRARON¿Donde está ese dinero? pic.twitter.com/7GsdxTXeEi
— Luis Guillermo Hernández (@luisghernan) December 7, 2021
Finalmente, la Auditoría Superior concluyó que el CIDE careció de un modelo de gobernanza efectivo durante aquel año, a causa de una deficiente planeación estratégica que definiera los alcances y mecanismos de control para las investigaciones, propiciando un ambiente propicio para la discrecionalidad y la falta de transparencia.
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