La Auditoría Superior de la Federación (ASF) continúa detectando anomalías en las cuentas públicas del gobierno de
Enrique Peña Nieto. En esta ocasión, encontraron pagos por 801 millones de pesos a la extinta Policía Federal (PF), para la realización de patrullajes que nunca se llevaron a cabo.
De acuerdo con los hallazgos de la ASF, no existen registros ni reportes acerca de las actividades realizadas por los elementos recién contratados para el Cuerpo de Vigilancia Auxiliar y Urbana del Estado de México, cuya labor consistía en realizar patrullajes en carreteras e instalaciones importantes, y que tuvo un costo de 801 millones.
Entre las anomalías descritas por el órgano fiscalizador se encuentran la falta de los planes de trabajo que se llevarían a cabo por este cuerpo en un periodo de tres meses; de igual manera, no se acreditó la entrega del equipo necesario para este programa, ni el cumplimiento en la realización del mismo.
#Imperdible En su último año de operación, la Policía Federal realizó millonarias contrataciones y capacitaciones fantasma https://t.co/tBP5ooj0r5
— La Crónica de Hoy (@LaCronicaDeHoy) February 27, 2020
Para colmo, la PF tampoco justificó la necesidad de realizar estas contrataciones, así como su capacidad operativa. Sin embargo, los más de 800 millones de pesos se pagaron de manera íntegra y por adelantado.
Sin embargo, esta no es la única –ni la peor- irregularidad registrada al interior de la PF, ya que también se descubrió la adquisición de software especializado en actividades de seguimiento y espionaje –las cuales requieren de una orden judicial para realizarse-, por el cual se realizó un pago en exceso, el cual causó un daño al erario de mil 600 millones de pesos.
El mayor desfalco en esta área se presentó con la compra de un programa para realizar localización y vigilancia a través de las redes sociales, el cual tiene un costo aproximado de 20 millones de pesos. No obstante, la ASF descubrió que la Policía Federal pagó 499.9 millones de pesos, un sobrecosto de prácticamente 2 mil 500 por ciento.
Además, también está el pago de 172 millones de pesos por la adquisición de tres equipos que ni siquiera eran funcionales. También se detectó el pago de 102 millones de pesos a un proveedor por la compra de programas de rastreo de llamadas a una empresa israelí. Sin embargo, solo se pagaron 5.1 millones de pesos al fabricante, mientras que el resto fue a parar a cuentas particulares de terceros.
Finalmente, se descubrieron 59 millones de pesos no comprobados por la PF, por el concepto de capacitación de 991 elementos, los cuales habrían sido enviados a Jalisco, Colombia y Polonia para recibir los cursos. Sin embargo, solo se comprobó la asistencia de 61.
Con información de Crónica.
Imagen: ESPECIAL
