Luego de que Ricardo Aldana Prieto, allegado de Carlos Romero Deschamps, se impusiera como nuevo secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), voces desde la disidencia responsabilizan de esta situación al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Nuestra directora editorial, Meme Yamel, entrevistó a Ernesto Cavazos y Rubén Choreño, quienes, pese a sus diferencias, coinciden en que el gobierno federal tiene un alto grado de responsabilidad en la permanencia del grupo que ha controlado –con base en la corrupción y la coacción- a la organización gremial durante casi tres décadas.
El primero asegura que el proceso estuvo lleno de irregularidades que permitieron que Aldana lograra hacerse de manera cómoda con la Secretaría General del sindicato, con el beneplácito de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), contando con una diferencia de más de 30 mil votos respecto a su más cercano perseguidor.
Entre ellas se encuentran el hecho de que el extesorero del STPRM ni siquiera era elegible para participar en la contienda por varias razones, siendo la principal que no se trata de un trabajador de planta, sino de confianza, hecho sancionado en los propios estatutos del sindicato.
En ese sentido acusó que la dependencia encabezada por Luisa María Alcalde Luján falló en garantizar que el proceso electoral se llevaran en completa libertad, pues afirma que la plataforma digital que se estableció para el conteo terminó siendo utilizada en favor de la candidatura de Aldana.
También se señaló que, junto con otros de los candidatos, Aldana cuenta con una antigüedad por encima de lo establecido en el reglamento, por lo que todos ellos debieron ser eliminados de la carrera por el control del sindicato.
Además, asegura que cuentan con múltiples pruebas de anomalías cometidas antes y durante el día de las elecciones, señalando que a algunos compañeros les llegaron a ofrecer hasta 15 mil pesos a cambio de comprobar que habían votado por el candidato ‘oficialista’; además de apuntar que no hubo piso parejo en el financiamiento, por lo que este pudo hacer uso de una gran cantidad de recursos para promocionarse.
Sin embargo, Cavazos también destacó que existe responsabilidad por parte de los propios trabajadores en el resultado final de la elección, pues los sectores disidentes del sindicato nunca lograron ponerse de acuerdo para lanzar una candidatura de unidad, provocando una división en el voto que se acentuó más con la participación de aspirantes introducidos por el sector que permanece leal a Romero Deschamps.
Choreño, por su parte, asegura que esta elección ni siquiera debió llevarse a cabo, debido a que cuenta con una serie de resoluciones laborales y judiciales que lo confirman a él como secretario general del sindicato, incluyendo un fallo de los tribunales y una presunta toma de nota, documentos que no pudo mostrar a causa de un fallo técnico en la videollamada.
Este último responsabilizó de manera directa al presidente López Obrador de la situación que se vivió, pues asegura que, durante su campaña presidencial, aseguró que limpiaría a Pemex de los abusos cometidos por el grupo del antiguo líder gremial y que, incluso, llevaría a este último a prisión.
Sin embargo, al día de hoy estas promesas no solo no fueron cumplidas, sino que otras medidas, como permitir que los trabajadores con más de 30 años de antigüedad en Pemex se jubilaran hasta después de febrero, permitieron que Aldana pudiera contender y mantener el status quo al interior del STPRM.
Como conclusiones finales, Cavazos insistió en que las elecciones deben repetirse, debido a que se han presentado ante las autoridades laborales las pruebas suficientes para demostrar las irregularidades del proceso; mientras que Choreño exige que se respeten los fallos judiciales a su favor.
Con información de Al Chile con Meme Yamel.
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