El hallazgo de numerosos restos humanos en el domicilio de un químico farmacobiólogo acusado por el feminicidio de una adolescente le valió al imputado recibir el apodo de el ‘Dahmer mexicano’, en referencia al conocido asesino serial.
El pasado 17 de abril, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) informó sobre la detención de un hombre en la alcaldía Iztacalco, acusado de asesinar a una menor de 17 años de edad, así como herir de gravedad a una mujer, la madre de la fallecida.
De acuerdo con los primeros reportes, el imputado -de nombre Miguel Cortés- agredió sexualmente a su víctima antes de acuchillarla hasta causarle la muerte y, cuando la madre lo descubrió, también la atacó, afectando la zona del cuello. Otra joven -familiar de las afectadas- llamó a las autoridades y pidió ayuda a los vecinos.
Al llegar la Policía de Investigación (PDI) a realizar las diligencias correspondientes, encontró los cráneos de al menos cinco personas más, así como numerosas identificaciones de mujeres; así como materiales químicos y quirúrgicos que sugieren al menos otros veinte crímenes de este tipo.
De acuerdo con su información de redes sociales, el señalado estudió la carrera en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), habla tres idiomas, viaja constantemente alrededor del mundo, era actor aficionado y activista en contra del maltrato animal, ejerciendo su profesión en un hospital del sur de la Ciudad de México.
La gravedad de los hallazgos en el domicilio de Miguel Cortés, así como su modus operandi, ya le valió comparaciones con Jeffrey Dahmer, el reconocido asesino serial responsable de la muerte de diecisiete personas entre 1978 y 1991, recibiendo los sobrenombres de el ‘Dahmer mexicano’ o el ‘Dahmer de Iztacalco’.
Con información de El Sol de Puebla.
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