El alcalde de Medellín, localidad natal de Hernán Cortés, solicitó a las autoridades diplomáticas de México la repatriación de los restos del conquistador extremeño por el temor a que estos pudieran ser blanco de actos vandálicos por la ‘deriva antiespañolista’ que, según él, se vive en nuestro país.
El socialista Valentín Pozo Torres envió una carta a la embajadora de México en España, María Carmen Oñate, para expresar su preocupación porque la tumba del aventurero del siglo XVI pudiera ser profanada ante las ‘alarmantes’ noticias que, desde hace meses, llegan de este lado del Atlántico.
El edil de Medellín-Yelbes también afirmó que no tiene sentido reescribir la historia de la Conquista, exigiendo una perspectiva ‘objetiva’, alejada de intereses partidistas y que busque ‘aprender del pasado’ para construir un ‘futuro de paz y concordia’ entre los pueblos de lo que alguna vez fue uno de los imperios más extensos del mundo.
https://twitter.com/sopitas/status/1448231035024523267
Por ello, solicitó a la embajadora Oñate que las autoridades mexicanas y españolas negocien la repatriación de los restos de Cortés ‘al pueblo que lo vio nacer’, antes de que el supuesto ‘clima de tensión’ llegue hasta el punto de que su sepulcro sea profanado; aunque le gustaría respetar el deseo del conquistador de seguir ‘descansando’ en territorio americano.
Ante la agencia de noticias Europa Press, Pozo aseguró que su Ayuntamiento está trabajando intensamente por reforzar sus lazos de unión con América Latina, por lo que busca el hermanamiento de su pueblo con todas las localidades que también llevan el nombre Medellín, tanto en este continente como en Filipinas.
Las declaraciones del alcalde metelinense llegan apenas un par de días después de que el partido de extrema derecha VOX –supuestamente en el otro extremo del espectro político- lanzara una iniciativa para que el gobierno de España obligue al mexicano a realizar homenajes públicos en honor a Cortés, así como a habilitar su tumba como un sitio turístico.
Los restos del aventurero extremeño fueron descubiertos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia el 25 de noviembre de 1946, escondidos en la iglesia de Jesús Nazareno, en la Ciudad de México, en donde permanecen hasta la actualidad, sin que el sepulcro haya sido víctima de algún atentado.
Con información de Proceso.
Imagen: XL Semanal
