César Duarte, exgobernador de Chihuahua, envió una carta a las autoridades encargadas de su caso, en la que asegura que pasó de un ‘perseguido político’ a un ‘botín político’, exigiendo un juicio con todas las garantías de justicia.
En la misiva, denuncia ante el fiscal general César Gustavo Jaúregui y Myriam Hernández Acosta -magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ)- que ya lleva más de tres años en prisión sin recibir condena, cuando las leyes estipulan que esa situación solo debe mantenerse durante dos años.
También aseguró que su detención fue solo un ‘teatro’ para la ‘persecución política’ en su contra y aseguró que no busca que una exoneración de los cargos que enfrenta, sino la posibilidad de un juicio justo y apegado a la ley que compruebe la falsedad de los señalamientos en su contra.
Actualmente, Duarte Jáquez enfrenta un juicio por el presunto desvío de 96 millones de pesos a través de la Secretaría de Desarrollo Rural, la cual habría simulado operaciones financieras a través de organizaciones como la Unión Ganadera División del Norte, de la cual él mismo era socio.
Sin embargo, ese no fue el único escándalo financiero que protagonizó su administración, ya que también participó en dos esquemas de desvío de recursos para financiar las campañas políticas del PRI: Uno de ellos fue la retención de salarios de funcionarios municipales por 80 millones de pesos.
Sin embargo, el más conocido fue la Operación Safiro, a través de la cual los gobiernos priistas transfirieron recursos federales a una red de lavado de dinero que depositó estas sumas en las cuentas del partido. Chihuahua fue el estado de mayor recaudación, con 246 millones de pesos comprobados
Con información de Político MX.
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