Este jueves, el exgobernador priista de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba se declaró culpable ante la justicia de Estados Unidos por el cargo de ‘lavado de instrumentos monetarios’.
Former Mexican governor and presidential candidate convicted of money laundering#BrownsvilleTx #HouNews #Yarringtonhttps://t.co/6C1iwIFRHh
— US Attorney SDTX (@USAO_SDTX) March 25, 2021
Durante una audiencia celebrada en la corte federal de Houston, Texas, ante la jueza Hilda G. Tagle, Yarrington aceptó recibir más de 3.5 millones de dólares (mdd) en sobornos de personas y empresas privadas en México durante su sexenio (1999-2005).
Los recursos fueron utilizados por el exmandatario tamaulipeco, de 64 años de edad, para comprar fraudulentamente propiedades en Estados Unidos.
Así lo detalló la fiscal federal estadounidense Jennifer B. Lowery:
“Como parte de la declaración de culpabilidad, Yarrington admitió que aceptó sobornos de personas y empresas privadas en México para hacer negocios con el estado de Tamaulipas mientras se desempeñaba como gobernador (…) Utilizó el dinero para comprar propiedades en Estados Unidos. Hizo que sus prestanombres -compradores nominales- adquirieran propiedades en Estados Unidos para ocultar que Yarrington era el dueño de las mismas y del dinero ilegal de los sobornos utilizado para comprarlas”.
Durante la audiencia de Yarrington en Houston, que duró media hora, las autoridades judiciales estadounidenses desestimaron los cargos por tráfico de drogas, extorsión, fraude bancario, entre otros. Asimismo, recomendaron una sentencia de entre ocho y once años.
La defensa de Yarrington Ruvalcaba señaló que la sentencia que alcanzó este jueves su cliente demuestra que no tenía ningún vínculo con el crimen organizado.
En abril de 2017, las autoridades capturaron a Yarrington en Florencia, Italia, mientras viajaba con un nombre falso, así como con documentos apócrifos.
Fue detenido mediante una orden de arresto provisional y después extraditado a Estados Unidos, país al que llegó en abril de 2018 donde fue encarcelado en una prisión de Texas.
La investigación contra el exmandatario tamaulipeco duró más de quince años y se le involucró con la compra de terrenos, casas, automóviles, cuentas bancarias y aviones en los condados estadounidenses de Bexar, Cameron, Hidalgo y Hays.
Las autoridades estadounidenses señalaron que el modus operandi de Yarrington para burlar el cerco antilavado de las corporaciones de justicia de aquel país consistía en generar transacciones estructuradas de 10 mil dólares o menos, de tal forma que no aparecieran en los reportes bancarios.
En las indagatorias en torno al exmandatario estatal participaron agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), el Servicio de Investigaciones Criminales de Ingresos Internos (IRS-CI) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
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