Como oscuro anuncio, Brasil y Estados Unidos han sido los primeros países en reconocer como legítimo al movimiento golpista boliviano. Para agregar más elementos al caos al país andino, el día de ayer -13 de noviembre- se autoproclamó presidenta interina la segunda vicepresidenta del senado, Jeanine Áñez. La pregunta es ¿cómo es que los golpistas lograron que Áñez se proclamara presidenta interina? pues sencillo: Pasando por alto que no tenían el quorum necesario para votar y aprobar dicha presidencia interina, debido a que dos terceras partes del senado pertenecen al partido MAS (Movimiento Al Socialismo) de Evo Morales. Así que violando toda norma y sin ser sujeta a una votación legal, hay una nueva presidenta interina que deberá convocar a nuevas elecciones en un plazo no mayor a 90 días.
Pero ¿por qué racismo y religión en esta nueva y oscura etapa? La pregunta anterior tiene como respuesta a Luis Fernando Camacho, un líder empresarial de la región de Santa Cruz, el cual se ha convertido progresivamente en un líder político carismático, con un discurso inagotable atiborrado de referencias religiosas como “Dios volverá al palacio” o actos como colocar una biblia encima de la bandera Boliviana. Racismo… quemar la bandera Whipala (símbolo y representación de la identidad de los pueblos indígenas) es un mensaje siniestro por parte de la “Bolivia blanca y mestiza” en contra de la “Bolivia indígena y originaria”.
La derecha regresa con el discurso que conoce, ese que les es tan familiar y fácil… el de la violencia y el uso de la fuerza, el uso de los ejércitos y las policías en contra de sus opositores, en contra de los más pobres. La derecha religiosa, racista y discriminadora no habla únicamente a través de Jair Bolsonaro, hoy lo hace a través de Luis Fernando Camacho y Jeanine Áñez, detrás de ellos, aplaudiendo, están Brasil y Estados Unidos.
