Luego de reconocer que el presidente consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, está preparando el terreno para anular las elecciones del próximo 6 de junio, el periodista Témoris Grecko indicó que lo más importante es determinar quién hará la petición y la neutralidad del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), instancia que resolverá finalmente.
En entrevista con Julio Astillero, Témoris Grecko deslizó la idea de que el mismo Lorenzo Córdova podría realizar la petición, o bien, coincidir ‘súbitamente’ con el PRIAN, si es que esta fuerza política de oposición es la primera en solicitar la anulación del proceso electoral.
“Yo quisiera imaginar que el presidente (Córdova) no abre flancos para la impugnación de la elección, pero todo lo que nosotros quisiéramos que el presidente, pues el presidente hace lo que se le antoja y abre los flancos y ya están abiertos por ahí. El tema es quién va a pedir, o sea, ¿la va a pedir el presidente consejero o la va a pedir el PAN con el apoyo del presidente del INE? El tema es que esto va a acabar finalmente resuelto por un tribunal electoral que está muy cuestionado; están cuestionados individualmente los ministros, los jueces, están cuestionados en su integridad profesional, en su integridad personal. No imagino la presión que debe haber sobre ellos porque todos los partidos van a intentar coptarlos y van a intentar tomar el control de ese órgano”.
Este martes, Lorenzo Córdova apuntó que ve posible que se anulen las elecciones ante la violación a los principios constitucionales en materia electoral, entre ellos la imparcialidad de los funcionarios públicos.
Manifestó que una de las mayores amenazas son las declaraciones que se hacen desde las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
‘Criticar al INE es normal, sin embargo es muy delicado cuando la pasión política desborda los límites legales’, subrayó Córdova.
Témoris Grecko reconoció que López Obrador está cometiendo ‘excesos verbales’, pero estos excesos no se comparan con una operación como la que vimos en 2012, en referencia a la elecciones de aquel año en las que el Estado ‘logró imponer a un presidente con todo tipo de cochupos’.
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