Tania Elis Hernández Velázquez, alumna de Sociología de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, está a punto de cumplir un mes recluida en el penal de Santiaguito (Almoloya de Juárez), acusada de liderar a una presunta banda que habría incendiado las instalaciones universitarias.
Todo comenzó el pasado 10 de marzo, en el marco de las protestas por la violencia de género en el país. En aquel momento, el colectivo Argüenderas y Revoltosas, al que la estudiante de excelencia pertenece, tomó unos cubículos, los cuales fueron utilizados para prestar apoyo a mujeres que hayan sido víctimas de acoso o violencia sexual al interior de dicha unidad académica.
Tras el inicio de la pandemia, el colectivo y otros estudiantes que las apoyaban permanecieron al interior de las instalaciones de Naucalpan cuando la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) determinó la suspensión de actividades. Sin embargo, todo cambió el 5 de abril.
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Aquella noche, un comando de personas encapuchadas, armadas con chalecos antibalas –al estilo de los sicarios-, tubos, bates, bidones de gasolina y un pico para romper los candados, irrumpieron en las instalaciones y agredieron brutalmente a los ocupantes de los cubículos.
Tras entrar detonando armas de fuego, golpearon a los estudiantes. Uno de ellos terminó con una fractura de mandíbula, otra de ellas fue desnudada y despojada de sus pertenencias tras haber sido golpeada con un bat. En el caso de Tania, varios individuos la agarraron a patadas.
Posteriormente, uno de ellos la obligó a desnudarse, otro la lanzó contra una mesa y un tercero se colocó sobre ella y amagó con violarla antes de que su compañero lo detuviese. Al retirarse, incendiaron uno de los cubículos, provocando que otro de los ocupantes sufriera quemaduras de segundo y tercer grado en uno de sus brazos.
Antes de retirarse, los encapuchados afirmaron que se trataba de un mensaje de ‘Erasmo’ y los ‘puesteros’, en referencia al jefe de seguridad del campus, Erasmo González Castro. A Tania la amenazaron para que abandone sus estudios, pues, en caso contrario, la silenciarán.
Tras lo sucedido, los estudiantes decidieron provocar otro incendio por dos motivos: para no dejar que el ataque que acababan de sufrir quedara en el olvido y para recibir la atención de los servicios de emergencia cuando estos, alertados por las llamas, ingresaran en las instalaciones de la FES Acatlán.
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En las horas posteriores, diversos medios de comunicación comenzaron a circular los videos de seguridad, en los que se muestra a los miembros del comando encendiendo uno de los cubículos, así como al joven que resultó afectado por el mismo. Sin embargo, la UNAM y las autoridades del Estado de México decidieron capturar a los alumnos.
Tania Elis fue capturada el pasado 28 de agosto, acusada de daño a propiedad privada en la modalidad de cometerse en pandilla y fue señalada como la presunta líder de la misma. En aquel momento, la FES Acatlán intentó extorsionar a su padre, exigiendo el pago de 4 millones de pesos para cubrir los daños provocados, a cambio de retirar los cargos.
Al no tener la posibilidad de pagar dicha suma, su hija fue ingresada al Centro de Readaptación Social de Santiaguito, junto al penal de Almoloya de Juárez. Debido a esta situación, envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que expone el caso de Tania y lanza una fuerte crítica a las autoridades universitarias.
Con información de Proceso.
Imagen: Captura de pantalla
