Las denuncias

Sedena desvió más de 240 mdp para armamento durante el gobierno de Enrique Peña Nieto

De acuerdo con una investigación periodística, el Ejército Mexicano incurrió en un desvío de recursos por 240.5 millones de pesos a través de una empresa fantasma que actuaba en colaboración con otros proveedores. Estas irregularidades se dieron entre 2013 y 2016, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Este análisis fue realizado por la periodista Zorayda Gallegos para el diario español El País. En él se acusa a las Fuerzas Armadas de haber contratado a la empresa DRM Aceros Internacional para la compra de insumos relacionados con la fabricación de armamento, municiones y equipo militar, entre otras, sin que esta pudiera acreditar su capacidad operativa.

A través de la Dirección General de Industria Militar, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) otorgó la mayoría de los convenios con la compañía señalada a través de adjudicaciones directas o de invitación a tres personas; además, fue la única dependencia de la administración federal que le otorgó contratos.

DRM Aceros Internacional se constituyó el 19 de septiembre de 2013 y, apenas dos meses después, ya estaba obteniendo su primera licitación por parte de la Sedena. Durante los siguientes tres años, surtió al Ejército de materiales para la fabricación de cañones, lanzagranadas y piezas para fusiles, cartuchos y granadas de mano.

Sin embargo, la empresa no solo no contaba con los recursos humanos y materiales para hacer satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas, sino que a menudo se confabulaba con sus competidores para incrementar los precios, obtener los requerimientos para participar en las licitaciones e incluso para adquirir los materiales.

En enero de 2015, la compañía obtuvo un contrato para entregar 30 mil barras de acero, las cuales se adquirieron con un sobreprecio del 143 por ciento, ya que su valor de mercado era de 8.3 millones de pesos; sin embargo, Sedena terminó pagando 26.7 millones por dicho material. Además, una de las accionistas de DRM Aceros Internacional era representante legal de otra de las empresas que participaron en la invitación.

En otra licitación, también en 2015, la empresa presentó un certificado que respaldaba que los materiales fueron adquiridos de un fabricante español. Sin embargo, las facturas revelaron que, en realidad, estos habían sido comprados a un distribuidor mexicano, el cual los adquirió de una empresa italiana.

Además, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) también descubrió que nuevamente hubo complicidad entre los interesados en obtener el convenio, ya que todas las entidades que participaron en el proceso compartían accionistas y representantes legales.

Finalmente, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) terminó por colocar a DRM Aceros Internacional en la lista de empresas fantasma en 2018, tras comprobar que esta emitía comprobantes fiscales sin contar con la capacidad operativa; además de que dos de sus presuntas direcciones no pudieron ser verificadas.

A pesar de contar con toda esta evidencia, la empresa solo recibió –en 2019- una multa de 98 mil pesos y una inhabilitación de tres meses. Para colmo, los dos titulares de la Dirección General de Industria Militar que aprobaron estas licitaciones ya están retirados y la Sedena no ha revelado información sobre posibles sanciones.

Con información de El País.

Imagen: Periódico Correo

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