Pese a las múltiples denuncias por parte de ella y otras mujeres, el sistema de justicia de la Ciudad de México sigue sin poner tras las rejas a Anuar Narchi, esposo de la actriz de televisión Yael Duval.
Durante los últimos días, trascendió en redes sociales una grabación de un sistema de circuito cerrado, en el que se observa al señalado, en ropa interior, golpeando en repetidas ocasiones a su esposa, que en ese momento estaba embarazada. Pese a que ella termina en el piso, él continúa soltando puñetazos sobre su rostro.
Posteriormente, la intérprete confirmó que el incidente ocurrió en 2018, cuando ya tenía ocho meses de embarazo de su segundo hijo, incidente que la llevó a separarse de su pareja y retomar su carrera en el medio artístico, integrándose a la afamada serie de comedia Vecinos.
Algunos medios de comunicación -como Multimedios- retomaron el caso de Yael para darle difusión, señalando que el agresor, Anuar Narchi Monroy, es el heredero de la cadena de textiles Almacenes El Triunfo, por lo que cuenta con recursos económicos casi ilimitados.
También trascendió un segundo video, captado por una cámara de seguridad en junio de 2020, en el que Narchi ya esperaba a su expareja afuera de su domicilio, armado con un bastón retractil, con los que la agredió a ella y a su madre, que intentó interponerse para protegerla.
Justicia abandona a Yael Duval
Pese a que la cobertura que los noticieros de Multimedios señala a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) como la principal responsable de que Anuar Narchi continúe en libertad y ‘abandonarla’, Duval en realidad acusó al Poder Judicial por esta situación.
En entrevista con Esteban Macías y Fabián Lavalle, la actriz de ascendencia francesa mencionó que su expareja ya cuenta con una vinculación a proceso; sin embargo, no le impusieron la prisión preventiva que amerita el caso y este presenta amparos que sabe que no procederán, por lo que solicita la revisión de los mismos, retrasando el caso indefinidamente.
Duval también confirmó que no es la única mujer que acudió a la justicia para denunciar los maltratos físicos de Narchi, pues este ya cuenta con catorce denuncias por violencia en su expediente, por lo que únicamente se explica su impunidad a causa de actos de corrupción.
