En medio de la polémica en la que se han visto inmiscuidos el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, y la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), miles de mexicanos mueren como consecuencia directa del consumo de dichos productos, situación que se agrava con la pandemia de COVID-19.
Para ilustrar el efecto que las bebidas azucaradas ya tenían en nuestro país, el economista Mario Campa compartió una gráfica a través de su cuenta de Twitter, en la que ilustra la cantidad de muertes por millón de habitantes relacionadas con el consumo de los productos ya mencionados, de acuerdo con un estudio de la Universidad Tufts, de Boston.
De acuerdo con la información de dicha institución –que data de 2015-, México es el país con el mayor número de fallecimientos por millón de habitantes que tienen alguna relación con el consumo de refrescos y otras bebidas, con 404 decesos por cada millón de personas; es decir, unas 24 mil muertes al año.
Las bebidas azucaradas matan a 24 mil mexicanos al año, según un estudio de Tufts University (2015).
Es una crisis de salud pública que debemos remediar.
Impuestos, publicidad y venta restringida, etiquetado, pedagogía…
Principal obstáculo: el cabildeo de las embotelladoras. pic.twitter.com/IWXM58F5ze
— Mario Campa (@mario_campa) July 20, 2020
Esta cifra está muy por encima de las de las naciones que le siguen en la lista, como Sudáfrica (153), Marruecos (137.8), Estados Unidos (125) y Colombia (112). Esta estadística se hace aún más grave cuando México duplica el número de habitantes de Sudáfrica y Colombia, y cuadruplica el de Marruecos.
Esto se da en medio del enfrentamiento entre la industria refresquera y las autoridades sanitarias, encendido por las declaraciones del propio López-Gatell, quien calificó a los productos azucarados –entre los cuales incluyó a la comida chatarra- como ‘veneno embotellado’ y criticó el impacto ambiental que producen los envases.
https://twitter.com/laoctavadigital/status/1284856799166947330
Ante las acusaciones realizadas por el funcionario en Chiapas, la ANPRAC respondió afirmando que sus palabras son ‘estigmatizantes’ y producen una mala imagen ante una industria que cumple con las normas de calidad y aporta al sector productivo. Aseguran que la postura del subsecretario están basadas en prejuicios y en un ‘sesgo ideológico’.
Antes de convertirse en el responsable de informar sobre los avances del COVID-19 en México, López-Gatell ya sostenía un enfrentamiento con la industria alimentaria, pues era el principal impulsor de medidas como el etiquetado frontal y la semaforización de productos procesados, en un esfuerzo por mejorar los hábitos de la población.
Con información de Infobae.
Imagen: ESPECIAL
