El doctor Manuel Gil Antón, profesor investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (COLMEX) y director académico de Educación Futura, manifestó que el regreso a clases presenciales es urgente, pero que el traslado de estudiantes debe contemplarse para evitar un brote de coronavirus.
En entrevista para Julio Astillero, Gil Antón subrayó que aquellos que están presionando para que las clases presenciales se reactiven en el país se imaginan que ‘los alumnos brotan como hongos en las aulas’ e ignoran que estos se trasladan a sus centros escolares en transporte público.
‘¿Qué va a ocurrir por ejemplo en la Ciudad de México para que haya clases presenciales se incrementa en 500 o 600 mil viajes adicionales el Metro. La distancia en los andenes, la distancia en los vagones va a ser muchísimo más estrecha y lo que hay que cuidar mucho es que el incremento en la movilidad que implica regresar a las clases presenciales no sea un problema que genere un rebrote en la curva de contagios y en las enfermedades y muertes”.
En el mismo sentido, el experto indicó que en muchas ocasiones el camino a la escuela es corto y sin recargar a los ya de por sí congestionados medios de transporte en la ciudad.
No obstante, indicó, es innegable que el regreso a clases es urgente, pues los alumnos necesitan socializar:
“La socialización es el proceso mediante el cual, en instituciones como la escuela, aprendemos a entender que el otro, diferente a mi, es parte de un nosotros que debo respetar. Es el proceso mediante el cual no es una clase la que se da, sino es una experiencia de relación, es una de las funciones más importantes de la escuela; hacernos seres sociales que respeten a los demás, que obedezcan normas, etcétera”.
Prueba piloto de PISA se reprogramó por contingencia sanitaria, no se canceló
Manuel Gil Antón aprovechó para informar que reprogramar la prueba piloto establecida para 2021 no significa que México haya cancelado su participación en PISA.
Consideró que en virtud de las restricciones que plantea la contingencia sanitaria y las condiciones bajo las cuales continúan las tareas educativas desde casa, y en tanto el proceso de regreso presencial a las escuelas no se estabilice, los protocolos de aplicación de la prueba PISA no son viables ni pertinentes, debido al riesgo sanitario que implican y a la posibilidad de generar sesgos importantes que podrían restarle validez y confiabilidad.
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