Luego de que el empresario Simón Levy ofreciera una recompensa de 8 mil pesos para encontrar a Miguel Córdova, el joven en situación de calle que proporcionó un relato detallado de cómo ocurrió el derrumbe del tramo de la Línea 12 del Metro, un usuario en Twitter le comunicó que ya tenía el paradero del muchacho y que le donaría el monto ofrecido.
Jaime Ortega fue quien encontró a Miguel y se tomó una fotografía a lado de él para la tranquilidad de Simón Levy, quien, aseguró, le daría un techo, educación y trabajo debido a que la manera en la que relató la tragedia lo conmovió profundamente.
@SimonLevyMx aquí estamos con Miguel, el dinero que ofreciste, se lo quiero donar al él.
Miguel pasa a diario frente a mi trabajo con su bolsa donde va juntando pet, ojalá puedas también ayudarlo. Rt por favor @A_ausdenRuthen #Linea12DelMetro #lineadorada pic.twitter.com/UKDmxqGTtB— Jaime Ortega (@Jimtururu) May 5, 2021
El exsubsecretario de Turismo, Simón Levy, respondió a Jaime Ortega a quien le pidió que le mandara sus datos para poder ponerse en contacto con Miguel.
En un principio, los usuarios pensaron que Simón Levy, empresario destacado por sus acciones altruistas, lo quería encontrar para entregarle el monto de 8 mil pesos, pero él rectificó:
De entrada clases, techo y trabajo para que salga adelante .
— Simón Levy (@SimonLevyMx) May 5, 2021
Miguel Córdova es originario de Tabasco, pero desde hace diez años habita las calles de la Ciudad de México (CDMX) y se queda a dormir bajo el tramo derrumbado entre las estaciones Olivos y Tezonco. Cabe destacar que su relato ha sido de los más completos que explican el momento de la caída del vagón del Metro.
De acuerdo con su desgarradora narración, el derrumbe ocurrió cuando él y sus amigos se disponían a dormir, ‘eran más o menos como las diez de la noche cuando se escuchó como si tronara un fierro. Se cimbró la banqueta de donde estábamos acostados y salimos corriendo, ni siquiera jalamos nuestras cobijas’.
“Se vino el cimbradero grande y se vio cómo se vino abajo el metro en dos (…) Anoche era una desesperación de los niños y de la gente que gritaba cuando se vino abajo… horrible. Por una idiotez de nuestras autoridades, que quieren llevarse un dinero en la bolsa, compran materiales de mala calidad. Y ahí están las consecuencias”.
Contó que el solía dormir justo en el lugar del incidente y aunque el suceso lo impactó, no le sorprendió del todo, pues la estructura ya estaba dañada desde hace tiempo.
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